La abstención de hoy de PP y UM ha evitado que fuera aprobada la propuesta del gobierno de Cort (PSOE-Bloc) de reducir la capacidad de edificación en las zonas denominadas M de los polígonos industriales de Palma, con la que se quería frenar el «urbanismo a la carta» de populares y nacionalistas de la pasada legislatura.
La regidora de Urbanismo, Yolanda Garví, ha alegado durante el pleno municipal celebrado esta mañana que en 2004 el Consell de Mallorca, gobernado por UM y PP, aprobó en la Comisión Insular de Urbanismo, presidida por Bartomeu Vicens (UM), triplicar el aprovechamiento de las zonas M, tanto urbanas como urbanizables.
El gobierno municipal esgrime la inseguridad jurídica generada a raíz de esta medida del Consell que fue denunciada en su día por los propios técnicos de la institución.
Su principal queja era que la Comisión de Urbanismo decidió incluir de «motu proprio» los urbanizables de polígonos como Son Oms, Son Valentí o Son Rossinyol, sin que esta medida fuera aprobada por el pleno de Cort en la pasada legislatura ni pasara por el preceptivo periodo de exposición pública.
Validado
Garví ha acusado a PP y UM de hacer de hacer de la política un «juego lamentable» y ha echado en cara a los populares que con su abstención de hoy hayan «validado todo un proceso» urbanístico impulsado en la pasada legislatura por Miquel Nadal, ex vicepresidente del Consell, y por Vicens, imputados ambos en el caso «Son Oms», donde la Justicia investiga la presunta recalificación de terrenos en este polígono.
El portavoz del PP, Julio Martínez, ha señalado el PP viene defendiendo desde el inicio de legislatura que algunos polígonos industriales precisan de una regulación «diferente», pero durante tres años la alcaldesa, Aina Calvo, que está en minoría, no ha querido negociar este asunto con la oposición, «en ningún momento».
La primera edil se atribuyó la competencia de Urbanismo al inicio de la legislatura, ha asegurado Martínez, porque así lo decidió UM, que con su voto hizo posible que los socialistas gobernaran el Govern balear, el Consell de Mallorca y Cort.
La supresión del exceso de edificabilidad en los polígonos era uno de los puntos del acuerdo de gobernabilidad a principio de legislatura entre PSOE, Bloc y UM.
Martínez ha contrapuesto la rapidez con la que el gobierno municipal ha negociado este verano con la oposición una solución consensuada al «botellón» y que «ni lo haya intentado» con el tema de los polígonos.
Por parte de UM, Llorenc Palmer, ha defendido el desarrollo de la economía balear y la creación de riqueza en las islas, así como el trabajo de los empresarios y la creación de puestos de trabajo, de manera especial en una época de grave crisis.
Ha argumentado que si existe una mayor capacidad de edificabilidad, se evita la necesidad de buscar nuevas zonas para polígonos industriales y consumir más territorio en una isla «limitada».
Al pleno también ha asistido Alejandro Sáez, director de la Asociación de Industriales de Mallorca (Asima), organización que recuerda que los polígonos de Palma han contribuido durante 40 años a incrementar en un 20 por ciento el Producto Interior Bruto Balear (PIB).
El gobierno municipal quería que saliera adelante la aprobación inicial de la modificación de las zonas M para restringir sus usos y aprovechamientos porque tiene «muchas dudas jurídicas» sobre la decisión del Consell en 2004. De haberlo logrado, la edificabilidad la hubiera marcado el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1998.
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