El cumplimiento estricto de los servicios mínimos pactados no debería interferir en el desarrollo de la vida cotidiana en los pueblos y ciudades, excepto en los transportes, donde el impacto puede ser notable, en especial en el tráfico aéreo nacional e internacional. Con la sanidad pública y privada a pleno rendimiento -los médicos y enfermería no secundan la huelga- y los centros escolares con las puertas abiertas, el día debería ser como un miércoles laborable más si se exceptúan los cierres temporales de algunos comercios y poco más como consecuencia de la acción 'informativa' de los piquetes sindicales. El resto de los servicios mínimos pactados tendrá un impacto relativo en la jornada normal.
El 29-S es, por tanto, más un test a los sindicatos que al Gobierno, que ya ha anunciado que no está en condiciones de dar marcha atrás a los recortes sociales. UGT y Comisiones Obreras han lanzado un pulso al Gobierno cuando el país está inmerso en una crisis en la que las cifras del paro alcanzan niveles desconocidos en décadas, dinámica de la que no se libran las Islas.
Cuando la temporada turística está todavía a pleno rendimiento es una incógnita las consecuencias directas que tendrá la huelga de hoy, conseguir que los turistas perciban la huelga puede acabar siendo un importante altavoz internacional de las críticas al Gobierno socialista, pero la precariedad laboral es una baza en contra de los sindicatos.
Desde la Delegación del Gobierno, su titular, Ramón Socias, asegura que hoy están garantizados dos derechos que se presentan como antagónicos: el derecho a trabajar y el derecho a la huelga. Dos derechos que se simultanean en trabajadores y empresas de los que, como siempre, los ciudadanos acaban siendo los afectados. Con todo, la huelga general de este 29-S se asegura que será, en todo caso, 'tranquila'. Pero eso ya no se sabrá hasta el 30-S.
2 comentarios
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Los sindicatos han forzado esta huelga general, en solidaridad con sus homólogos europeos, dicen, que hoy salen también a la calle para protestar por los recortes del bienestar social que afecta a todo el viejo continente. Los sindicatos españoles están rollizos y bien alimentados por el erario en un 92 por ciento de sus presupuestos, además de las cesiones de edificios que forman parte de sus patrimonios. ¿Saben lo que ganan mensualmente Méndez y Toxo? Tampoco lo dirán ellos. Los dos sindicatos mayoritarios cuentan con poco más de cuatro millones de afiliados en su conjunto (casi van a la par)y dicen contar con ocho millones de votos de los trabajadores. No aclaran si contabilizan a los casi cinco millones de parados, por quienes no salieron a la calle, tuvieron MUCHA PACIENCIA. EN CAMBIO, CON AZNAR, CON POCO MÀS DE DOS MILLONES PARADOS (10 POR CIENTO, AHORA 20)le hicieron la huelga general. LOS SINDICATOS ESPAÑOLES NO TIENEN CREDIBILIDAD PORQUE SON EXCLUYENTES DOGMÀTICOS CON LA DERECHA QUE GOBIERNA EN TODA LA EUROPA MODERNA Y AVANZADA. SON DEMAGOGOS Y POPULISTAS Y NUNCA HAN SALIDO A LA CALLE PARA COMBATIR EL ABSENTISMO LABORAL QUE CAMPA EN SUS FILAS DE HOLGAZANES RECONOCIDOS. Zapatero se ha negado a servirles el desayuno en la cama.
una buena mierda para los piquetes. Ayer os comisteis una merda, os tenia que haber llovido a cantaros...Tanto ruido para nada. Ahora con los 500 millones de euros de subvenciones que recibireis pagais una comida a toda esta gente que estuvo en la puerta de emaya, pegando golpes a los coches y arañando vehículos e increpando a la gente que quiso trabajar.