Alumnos en el colegio Sant Antoni Abad de Son Ferriol. | Jaume Morey

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El seguimiento de la huelga general en la educación fue bastante escaso, tanto en los centros públicos como concertados y lo más destacable fue que en muchos colegios o institutos, en especial en Palma, fue mayor la presencia de docentes que de alumnos. La jornada transcurrió sin incidentes reseñables.

El Govern cifró en un 6,43% la incidencia en la red pública (un 4,75% en Mallorca, un 8,8 en Menorca y un 12,3% en las Pitiüses), en la que pararon 701 personas, y un 4% en la concertada (igual en Mallorca, un 2% en Menorca y un 2% en las Pitiüses ), en la que secundaron el paro 125 empleados. Los sindicatos convocantes, por su parte, elevaron la cifra de participación hasta el 30% en la enseñanza. Pero ANPE aportó unas cifras más cercanas a las del Govern, un 11,6% de incidencia, según una encuesta realizada en 28 centros.

La misma tónica

También este diario consultó de forma aleatoria algunos colegios públicos y privados y el denominador común fue la escasa participación en la huelga de los trabajadores, casi nula en los centros concertados, y la poca presencia de los escolares, sobre todo en la escuela pública, ya que en la escuela concertada hubo centros en que faltaron muchísimos alumnos y otros, en cambio, en los que se rozó la normalidad.

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Así, por ejemplo, en La Salle se reconoció un seguimiento de la huelga del 1% y la presencia de muy pocos alumnos. En Madre Alberta el seguimiento fue nulo, aunque en este caso asistieron la mayoría de los escolares. Algo similar pasó en el colegio Santa Magdalena Sofía. Otro ejemplo, en el Cide, acudió el 50% de los estudiantes y secundaron la huelga menos del 10% de docentes.

En los colegios e institutos públicos el contraste fue mayor, pues el seguimiento fue también muy bajo y la falta de alumnos aún más evidente. Así lo constataron, por ejemplo, el IES Aurora Picornell, el CP Son Oliva, el CP Infanta Don Felipe, el CP de Génova, el CP Eugeni López o el CP Can Pastilla.

Desde FAPA-Mallorca se insistió en que la escasa presencia de alumnos «fue la respuesta de los padres ante unos servicios mínimos irresponsables», declaró su presidente, Jaume Ribas.

También en la UIB se dio un bajísimo seguimiento de la huelga, cifrado en un 4,1% entre los profesores, un 4,7% entre los investigadores y, algo mayor, un 13,5% entre el personal de administración y servicios.