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El coordinador de Informática del Instituto de Estrategia Turística (Inestur), Carlos Martínez, ha afirmado ante la jueza que instruye el caso Voltor que entre 2007 y 2009 facturó unos 70.000 euros a la empresa dependiente de la Conselleria de Turismo, a través de dos sociedades que creó para poder cobrar las horas extra y el exceso de trabajo que desarrollaba como empleado del Inestur, todo ello, ha recalcado, siempre a instancias de los servicios jurídicos de la empresa pública.

En una comparecencia que se ha prolongado durante más de dos horas, el imputado ha aportado ante la titular del Juzgado de Instrucción número 10, Mari Carmen Abrines, numerosas facturas de los trabajos que le fueron encargados desde el Inestur y que efectuó a través de Mediterránea 2F y TCP-IB Technologic, y ha explicado de forma pormenorizada cada uno de los servicios prestados cuya facturación ascendió a unos 62.000 euros -unos 70.000 con IVA-, según han informado fuentes jurídicas a Europa Press.

El encausado ha explicado que tras pedir en 2007 un aumento de sueldo en el Inestur o un compañero de departamento, ya que por la mañana se encargaba del mantenimiento de los 50 ordenadores de la empresa y por la tarde del mantenimiento de servidores y de la página web, el responsable económico del Inestur, Alvaro Llompart -quien fue detenido dentro de este procedimiento- le propuso crear una empresa a través de la cual facturar las horas de más porque ya que «no había presupuesto» para reforzar su puesto de trabajo.

Durante la comparecencia, Martínez ha negado asimismo conocer en persona al ex conseller de Turismo Miquel Nadal, aunque sí ha señalado que como en 2009 el también ex presidente de Unió Mallorquina (UM) estaba interesado en la instalación de cámaras en las playas por seguridad tras los atentados en Palmanova «en tan sólo una semana», ninguna empresa se ofreció para ello en este breve espacio de tiempo, sino que sólo una vendió los equipos y Martínez fue quien acabó instalándolos.