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«Los sueldos en España chirrían, o lo que es lo mismo vía diccionario, cantan desentonadamente», señaló ayer a este diario un analista económico en plena polémica por la actitud de los controladores aéreos, cuya retribución está situada en el pico de la pirámide de las retribuciones de quienes trabajan por cuenta ajena.

En la horquilla media de los 200.000 a los 240.000 euros de retribución bruta anual -tras el ajuste llevado a cabo desde el Gobierno en la primavera pasada-, no se sabe de otro colectivo profesional con una nómina en el sector público que perciba mayores emolumentos.

En la cúspide las retribuciones que pasan por los Presupuestos Generales del Estado ó de las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, figuran como mejor pagados quienes detentan puestos como la presidencia del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional, así como el president de la Generalitat de Catalunya, todos ellos con una cifra que desde el verano pasado -con la rebaja impulsada por los recortes del Gobierno-, está alrededor de los 130.000 euros.

En un segundo escalón figuran, además de otros presidentes autonómicos, el titular de la Diputació de Barcelona y varios alcaldes de ciudadaes españolas, como los Madrid, la Capital Condal y Bilbao, cuya retribución queda cercana a los 95.000 euros. En sentido comparativo quedan muy por debajo los sueldos del president balear, Francesc Antich, con poco más de 65.000 euros, y de la alcalde de Palma, Aina Calvo, que ronda los 61.000.

Y en lo más cercano a la ciudadanía, lo que perciben profesionales del ámbito público como los profesores de educación Secundaria -37.000 euros anuales- y los enfermeros del sistema público -25.500-, aún es la escala intermedia para llegar a las nóminas de uno de los sectores cada día con más protagonismo numérico, el de los empleados de superficies comerciales, que como media se sitúa en los 16.000 euros anuales.