Imagen de un grupo de abejas en las inmediaciones de una colmena. | Jaume Morey

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La población de abejas ha descendido en algunas zonas de Mallorca en un porcentaje de hasta el 60 por ciento en los últimos años.

Aunque las causas del paulatino despoblamiento de los apiarios (espacio en el que se concentran entre 30 y 40 colmenas) son varias, el uso de insecticidas, herbicidas y, en menor medida, la polución, son los principales culpables de lo que se ha dado a llamar el síndrome de despoblamiento de colmenas.

El presidente de la Associació d'Apicultors Mallorquins, Pep Matas Rubí, asegura que se trata de un fenómeno global y su intensidad varia según la zona y las características geográficas de la misma.

En el caso particular de Mallorca, son los apiarios localizados en la zona del Pla los que han sufrido un mayor índice de despoblación, llegando a registrar magnitudes como la anteriormente apuntada del 60 por ciento. En otros enclaves como la Serra de Tramuntana, donde la presión demográfica es menor, el porcentaje de despoblación queda reducido entre el 10 y el 15 por ciento.

Soluciones

Según Matas, la única solución al síndrome de despoblamiento de colmenas es continuar trabajando en el mantenimiento y creación de nuevos apiarios , al tiempo que tomar conciencia de que «los herbicidas matan las plantas pero también matan las abejas», sostiene Matas.

No obstante, en otras zonas de España, como la Alcarria manchega, también afectada por el despoblamiento, han logrado frenar este fenómeno tras detectar la presencia en las colmenas del microsporidio Nosema ceranae , un parásito de origen asiático que estaba incidiendo en la desaparición de las abejas. Tras la detección del parásito, se ha procedido al tratamiento de las colmenas afectadas con el antibiótico fumagilina.