Maria Salom, durante la rueda de prensa de esta mañana. | M. À. Cañellas

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La presidenta del Consell de Mallorca, María Salom, reconoció ayer que si la institución insular fuese una empresa privada ya estaría en suspensión de pagos. Con una deuda de 329 millones, Salom criticó la gestión realizada por el gobierno anterior presidido por la socialista Francina Armengol.


El Consell, según Salom, gastaba mucho más de lo que ingresaba, lo que se ha traducido en deuda con los bancos, con proveedores y con otras administraciones. «El Consell estaba inmerso en una fiesta particular con muchas risas», acusó Salom.


60% más de deuda


La institución insular adeuda 181 millones de euros a los bancos. Al inicio de la pasada legislatura la deuda ascendía a 111,8 millones. Durante la «era Armengol» el endeudamiento ascendió hasta los 181 millones, un 60 por ciento más.


Además, el Consell arrastra en estos momentos una deuda con los proveedores de 52 millones, de los cuales 31 están en tesorería y 24 en fase de tramitación. Otros 3 millones están en fase de reconocimiento extrajudicial. La institución insular adeuda también 90 millones a otras administraciones. El IMAS, con 79,3 millones, es el organismo más perjudicado. Mientras, y como adelantó este diario, el Govern adeuda al Consell 240 millones. «Esto ha sido can Bum», describió Salom sobre el panorama económico que se ha encontrado en la institución insular.


Entre otras irregularidades, el Gobierno del Consell de Mallorca asegura que en los presupuestos de 2011 figuraban 116,5 millones en ingresos no comprometidos. En concreto, entre estos ingresos había 79 millones en convenios que se debían firmar y no se cerraron. Entre estos convenios había 3 con el Govern en materia social por valor de 20 millones y otro de 59 millones con el Ministerio de Fomento en materia de carreteras.
Salom reiteró que el Consell de Mallorca deberá apretarse el cinturón en los próximos años. De momento, el presupuesto de la Diada pasa de 170.000 euros a 60.000 euros.