Konstantin Kozhevnikov (i), junto al que era alcalde de Calvià en 2004, Carlos Delgado. | ultimahora.es

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Konstantin Kozhevnikov, el ciudadano ruso que en 2004 hizo de anfitrión de la delegación de altos cargos de Balears que visitó el club de alterne Rasputín, no se sentará, finalmente, en el banquillo de los acusados en la 'operación Relámpago' al no existir pruebas suficientes para acusarle de un delito de blanqueo de capitales.

Fuentes judiciales confirmaron ayer que los indicios que se tenían contra Kozhevnikov por transferir un millón de dólares desde una de sus sociedades -Ketzal- domiciliada en Nueva York hasta Palma, no han podido ser transformados en pruebas de suficiente calado como para abrir el juicio oral en esta pieza separada de la 'operación Relámpago'.

Operación

El ciudadano ruso, que presidía la Federación Rusa de Golf, intentó ocultar esa operación, según el escrito de la Fiscalía Anticorrupción, asesorado por el apoderado de Ketzal, el abogado mallorquín José Feliu.

Kozhevnikov fue citado a declarar por el juez de la 'operación Relámpago', Antoni Garcías, pero se acogió a su derecho de guardar silencio. El imputado -mantendrá esa condición hasta que el juez dicte el sobresemiento de esta pieza separada- fue preguntado en tonces por la actividad de sus sociedades Konsel SA, Ketazal, Benex Internacional y Pailow Interprises, domiciliadas en paraísos fiscales.

El escándalo que supuso la visita de la delegación de Balears al club Rasputín en una visita oficial a la capital rusa se saldó con la dimisión del entonces director general del Ibatur Juan Carlos Alia. Hasta hoy, se desconoce la identidad de los políticos de Balears que realizaron consumiciones en ese conocido club de alterne moscovita. Esos gastos fueron cargados al Govern, aunque Alia, después, los asumió personalmente.