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El Ajuntament de Palma reestructurará el servicio de la ORA para que deje de ser deficitario, ya que como adelantó Ultima Hora el pasado mes de julio, en el primer semestre de 2011 se han recaudado 100.000 euros menos de lo previsto. El portavoz del gobierno municipal, Julio Martínez, manifestó que la tercera ampliación de la ORA realizada por el ejecutivo de Aina Calvo «ha fracasado», ya que no cuenta con el número de usuarios suficiente que permita cubrir gastos con la empresa adjudicataria del servicio (Dornier).


Como se recordará, la última ampliación de la ORA afectó a las calles Foners, Arxiduc y Marquès de Fontsanta supuso 2.200 plazas más de aparcamiento que no tienen los usuarios necesarios.


El regidor de Mobilitat, Gabriel Vallejo, manifestó que otras de las zonas ORA más deficitarias son Santa Catalina o Cala Major; en esta última se podría eliminar la ORA durante la temporada baja.


Prórroga


Por su parte, la Junta de Gobierno aprobó ayer prorrogar la concesión del servicio de la ORA a Dornier hasta el próximo 31 de agosto por un total de 7,5 millones de euros; en esta prórroga se incluye la racionalización del servicio para que deje de ser deficitario para el Consistorio. Además, Martínez aseguró que esta prórroga no tendrá consecuencias para los ciudadanos.


Durante este tiempo de prórroga, los técnicos de Mobilitat redactarán un nuevo concurso de adjudicación, que será como mínimo un 10% más barato que el actual. Además de la reestructuración de las zonas ORA, otras de las modificaciones que están estudiando introducir los técnicos de Mobilitat son reducir el número de agentes de la ORA en las zonas con menos usuarios. Aunque el Consistorio no descarta una reducción de zonas de ORA, el titular de Mobilitat duda que haya zonas en las que se elimine totalmente el pago del estacionamiento.


Por el contrario, Mobilitat se plantea ampliar el servicio de la ORA en las calles que tienen más demanda, por lo general las próximas a vías comerciales. Por citar un ejemplo, este podría ser el caso de la calle Joan Crespí, en la que hay muchos comercios y los clientes tienen dificultades para encontrar aparcamiento.