Álvaro Ruiz Mateos, a su llegada a los juzgados. | Joan Torres

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Una jueza de Palma ha advertido hoy a José María Ruiz-Mateos de que será detenido en caso de que, al igual que ha hecho hoy, no acuda a declarar cuando se le vuelva a citar por una supuesta estafa, un episodio que se repitió el pasado enero cuando no asistió a una citación en otro juzgado de la capital balear.

Ruiz-Mateos no ha acudido esta mañana al juzgado de instrucción 5 de Palma, donde estaba citado para declarar por una tercera querella por estafa en la compra de un hotel en Mallorca, por lo que la jueza le ha advertido que volverá a ser emplazado y, si no acude, se ordenará su detención.

El abogado del empresario jerezano ha alegado motivos médicos para excusar la ausencia de su defendido, pero no ha podido presentar formalmente dicha alegación por faltarle un documento.

La magistrada Ana San José volverá a citar al empresario en una nueva fecha y de no presentarse otra vez ordenará su búsqueda, arresto y traslado a disposición judicial.

El pasado 12 de enero se produjo un episodio similar cuando Ruiz-Mateos no asistió a su segunda citación como imputado en el juzgado de instrucción 3 de Palma por una supuesta estafa en la venta de otro hotel, ante lo que la jueza le advirtió que de no hacerlo una tercera vez sería detenido.

Esa tercera citación fue el día 24 del mismo mes, cuando el empresario finalmente sí acudió al juzgado, aunque se acogió a su derecho a no declarar.

Quién sí se ha presentado hoy en el juzgado ha sido uno de sus hijos, Álvaro Ruiz-Mateos, quien ha atribuido a su padre durante su declaración las negociaciones de la compra del hotel Samoa, en Calas de Mallorca, a la familia Ruz, representada por la abogada Isabel Fluxá.

El hijo de Ruiz-Mateos ha explicado que no tuvo «ninguna intervención» en la negociación de la compraventa del hotel en el año 2006 por unos veinte millones de euros, ya que fue su padre quien acordó la operación con los propietarios.

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En la operación, los Ruiz-Mateos se comprometieron a pagar el hotel a plazos durante diez años, pero dejaran de abonar las cuotas en 2010, pese a que habían constituido una hipoteca sobre el establecimiento por 16 millones de euros.

Esta es la tercera querella por estafa que tramitan sendos juzgados de Palma contra los Ruiz-Mateos por la venta de tres hoteles en la isla siguiendo el mismo método de pago.

Álvaro Ruiz-Mateos ha asegurado que aparte de los hijos como avalistas personales, también sirvieron como avales tres empresas del grupo Nueva Rumasa, las cuales tenían entonces, ha dicho, patrimonio suficiente para cubrir la operación.

Los Ruiz-Mateos dejaron de pagar los plazos en 2010, cuando, según ha asegurado, ya se había abonado ocho millones de la compraventa, y ha añadido que la «única causa» para interrumpir el pago fue el inminente concurso de acreedores de Nueva Rumasa.

Respecto a la hipoteca que se constituyó sobre el hotel, el imputado ha dicho que es una práctica «absolutamente normal» que su grupo viene desarrollando desde hace más de 60 años.

Esta manera de operar, ha insistido ante la jueza, es «absolutamente legal», y preguntado acerca de si el dinero de la hipoteca se invirtió en el hotel, ha apuntado que desconoce la cifra exacta que se destinó al establecimiento hotelero.

Ha explicado que la manera de funcionar del grupo es que el dinero de estas hipotecas se destinaba a una caja común y luego se repartía entre las empresas para diferentes pagos, de los cuales «muchos» fueron para la rehabilitación y modernización de los hoteles adquiridos.

La titular del juzgado de instrucción 5 de Palma tiene ahora que fijar nueva fecha para la declaración del empresario jerezano y ya ha citado para el mes de marzo a otros de sus hijos para que respondan por esta supuesta estafa.