El obispo de Mallorca, Jesús Murgui, dirige unas palabras a los fieles congregados ayer. | P. Pellicer

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Católicos de diversas nacionalidades se reunieron ayer en la parroquia de Son Gotleu para celebrar la fiesta de Pentecostés organizada por la Diócesis de Mallorca.

Jesús Murgui, obispo de Mallorca, celebró la eucaristía acompañado por el vicario general de la Diócesis, Lluc Riera, en la parroquia Corpus Christi de la citada zona de Palma.

Bajo el lema ‘Una sola iglesia, diferentes culturas’, el encuentro se desarrolló en un ambiente de fraternidad, donde las lecturas y los cantos litúrgicos se desarrollaron en distintas lenguas.

En el encuentro participaron inmigrantes nigerianos, ucranianos, peruanos, argentinos, bolivianos, filipinos, chinos, rumanos, polacos, brasileños, guineanos, ecuatorianos y colombianos.

Unidad

Murgui subrayó la acogida de los diferentes grupos católicos de inmigrantes en Mallorca «con carácter estable y que celebran regularmente la fe».

El obispo destacó que el sentido de la fiesta de Pentecostés es el del entendimiento y unidad entre culturas diferentes.

Algunos de los asistentes acudieron a la iglesia de Son Gotleu con trajes regionales de sus países de origen, sobre todo, los más jóvenes como muestra de la preservación de sus raíces, historia y cultura.