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El primer día laborable desde la entrada en funcionamiento de la nueva ley que obliga a pagar a los 'sin papeles' su asistencia sanitaria fue bastante tranquilo, incluso podríamos decir que no hubo apenas incidencias, pues la gente parece que se está tomando con calma la nueva medida y busca primero información para ver los pasos que puede dar y cómo los tiene que dar.

Así lo pudimos comprobar en el PAC de Son Gotleu, donde una parte importante de los pacientes son inmigrantes. Es más, incluso nos comentaron que había menos pacientes de lo habitual, ya que las salas de espera estaban casi vacías y en ningún momento se formaron colas en el mostrador de admisión.

Tranquilidad

Carmen, la gerente del centro, afirmó que «es lógico que el primer día no haya problemas y será a lo largo de los próximos días o meses cuando empezaremos a tenerlos. En principio, la gente no viene hasta conocer un poco la situación, es decir, si se les va a cobrar o cómo funcionará esto».

Lo que sí nos dejó claro es que en urgencias se atiende a todo el mundo, aunque a partir de ahí nace otro problema y es que los 'sin papeles' deberán comprarse los medicamentos, recetados por el médico, pagando íntegramente los mismos. Aunque hay casos excepcionales que pasarán a la comisión de seguimiento que se ha creado para analizar este tipo de casos particulares y que será la encargada de decidir. Si bien el medicamento de urgencia se dará en todo momento, incluso está estipulado en la normativa que Salut ha pasado a los centros. El seguimiento de los casos de urgencia también se hará de forma gratuita.

Aunque en lo que sí parecen coincidir usuarios y médicos es en la ambigüedad de la normativa que Salut ha remitido a los centros, ya que hay muchos supuestos que no están especificados, por lo que habrá que ahondar en los próximos días.

Datos

Lo que no parece tampoco claro, en principio, es la cantidad de personas que se quedarán sin asistencia sanitaria con esta nueva ley, aunque en el caso de un centro como el de Son Gotleu, donde se asiste a una población de unas 22.000 personas, se podría llegar a un 20%, teniendo en cuenta que es una de las zonas donde hay más inmigración. En cuanto al ratio entre nacionales y inmigrantes se puede llegar a un 30%, hablando siempre de cifras aproximadas pues, de momento, es imposible cuantificar el impacto de la nueva ley.

Lo que sí dejó claro la gerente del centro de salud es que se atenderá a todo el mundo que entre por la puerta ya que «nosotros somos médicos, no policías y nuestra labor es cuidar de la salud de la gente».