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A pesar de los inconvenientes de la crisis, el aceite de oliva producido en Mallorca con denominación de origen insular ha vuelto a batir su marca de comercialización hasta alcanzar en 2012 los 148.273 litros, la mayor parte entre consumidores de Balears. La perspectiva para 2013 corresponde a la de una cosecha «excelente», siempre manteniendo según los productores el criterio de «sacrificar cantidad por calidad».

El pasado año supuso para para denominación de origen 'Oli de Mallorca' el valor más elevado de comercialización desde el inicio de sus actividades, con un incremento del 12 % sobre 2011, buena parte del cual resultó del incremento de sus ventas en territorio de Balears mientras disminuyó la implantación en el conjunto de España, en Europa y en terceros países.

«Sin duda 2012 fue un año comercialmente muy difícil -señaló ayer Josep Oliver, presidente de la denominación de origen-, porque desde 2008 no se incrementa en territorio español el consumo de aceite de oliva por persona, e incluso desciende el gasto general para el producto».

Exportación

Respecto a esa situación «compleja» para el sector olivarero mallorquín, Oliver señaló ayer en la presentación de resultados del pasado ejercicio que «nos preocupa que la comercialización de nuestro producto de máxima calidad se concentre hasta el 90 % en Balears a través de hipermercados y supermercados, mientras descienden claramente las exportaciones a la Península, a los países europeos y a terceros mercados internacionales».

En ese sentido, mercados exteriores de comercialización de 'Oli de Mallorca' de máxima calificación como el europeo pasaron de 11.639 litros en 2011 a 10.000 en 2012, mientras el peninsular español registró un descenso de 13.000 a 7.300 litros y el de terceros países pasó de 8.376 a 2.557.

Las ventas de este producto mallorquín en el contexto de la Unión Europea refieren que hasta el 77 % de las exportaciones son para el mercado de Alemania, mientras en países no europeos el 57 % de la ventas son demanda del mercado japonés.

Con todo, productores y transformadores de la denominación calificada 'Oli de Mallorca' anuncian para este año una cosecha «extraordinaria» por litros obtenidos con su marchamo de calidad, en la que desciende el rendimiento medio de la transformación de la aceituna hasta el 16 %, frente al 21 % en la media peninsular española, «lo que significará sacrificar producción buscando calidad y repercutir en el precio, pero siempre hablando de un producto único, elaborado en unas condiciones singulares que significan elevados gastos para los productores», en palabras de Josep Oliver.