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La crisis económica y la paralización de la actividad constructiva y de la obra pública, se ha saldado en los cinco años que van de enero de 2008 a enero de 2013 con la actividad de 5.163 trabajadores autónomos de la construcción.

En el primer mes del año 2008, el número de trabajadores autónomos en este sector era de 17.697 en el archipiélago balear, en el mismo mes del año 2013 la cifra sólo llegaba a 12.534. Se ha perdido un 29,17% del total, según los datos de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), recogidos por Europa Press.

Se trata del sector de trabajadores autónomos que más ha sufrido los efectos de la crisis. La mayor caída, sin embargo, se ha producido de forma continuada en 2012 y podría seguir durante 2013. Sólo en el último año, desde enero de 2012 a enero de 2013, se han perdido en las Islas Baleares 626 autónomos de la construcción.

Por comunidades autónomas, los cinco años de crisis han hecho especial efecto en Cataluña (-38.649), Andalucía (-27.805), Comunidad Valenciana (-28.140) y Comunidad de Madrid (-23.547), Entre las cuatro registran el 60% del total de pérdida de autónomos de la construcción. Por provincias, es Barcelona la que más pierde, con 23.934 autónomos de la construcción menos.

Así, UPTA considera que ésta es una de las consecuencias más graves de la crisis económica que venimos sufriendo y de los errores a la hora de gestionar soluciones. Y lo peor de todo es que no lleva camino de solucionarse a corto plazo.

Por una parte, los precios de las viviendas no se han acondicionado a la situación de crisis actual, las entidades financieras continúan sin otorgar créditos a los consumidores, la profesión se utiliza como salida desesperada para generar ingresos de subsistencia y no existen planes eficaces de reorientación profesional.

Asimismo, se apunta que tampoco se ha puesto en marcha un verdadero Plan de Rehabilitación de viviendas y edificios, «menos aun de los muchos locales comerciales que han quedado abandonados por la recesión, una de las pocas salidas a corto plazo que podrían ser beneficiosas para el sector», explica el secretario ejecutivo de Política Sectorial de UPTA España, César García.