El ciudadano austríaco Peter Brucha posa junto a su velero embargado.

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Un velero de 27 metros de eslora valorado en más de dos millones de euros permanece embargado desde 2010 en el amarre número 62 del Pantalán del Mediterráneo, en el Passeig Marítim de Palma, por una deuda de unos 150.000 euros que reclama la empresa Marinas y Pantalanes SA.

El ciudadano austríaco Peter Brucha, propietario de la goleta, denuncia que todos sus intentos por abonar la deuda del anterior dueño, un alemán, han sido inútiles porque «la verdadera intención de la empresa acreedora es quedarse con el barco a cambio de nada», afirma. Uno de los directivos de Marinas y Pantalanes ha negado las acusaciones y anuncia que la empresa ha presentado una querella contra Brucha por injurias y calumnias.

El barco cambió de propietario y de nombre en 2010. Con bandera alemana se llamaba Freedon of Gibraltar , y ahora, con bandera de Belice, es el Amibon . El 30 de septiembre de 2010, el titular del Juzgado de lo Mercantil 1 de Palma, Víctor Fernández, acordó el embargo preventivo de la embarcación a instancias de Marinas y Pantalanes SA, que reclamaba una deuda de 120.501 euros de principal, más otros 30.000 euros fijados por los conceptos de intereses y ¡costas.

Brucha enseñó a este diario un cheque depositado ante notario con una cantidad que, en principio, debía resolver el contencioso, pero los representantes de Marinas y Pantalanes se negaron a aceptarlo, según indicó. La empresa acreedora por su parte, admite que el acuerdo estuvo muy cerca de alcanzarse, pero fracasó por diversas circunstancias. «No queremos el barco, eso es absurdo, solo reclamamos el dinero que nos deben», subrayó.