Armengol, de espaldas, exhibe un papel a Bauzá durante el debate sobre los desahucios. | M. À. Cañellas

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«Estamos ante una reforma estructural de la Administración» y «hay que redimensionar las plantillas», incluidas las de las empresas públicas. Fue el mensaje que dio el conseller d'Amininistracions Públiques, Simó Gornés, en respuesta a una interpelación de Més que defendió el diputado Manel Martí durante la sesión plenaria de ayer.

El conseller afirmó que las sentencias judiciales sobre los despidos en las empresas y consorcios (seis a favor de los recurrentes y una en contra) no pueden hacerles variar su proyecto. Recordó que el anterior Govern ya tenía claro que había que suprimir organismos y que «pese al coste político y por mucho que cueste que se expliquen los motivos» hay que seguir adelante.

Fue uno de los asuntos que marcaron la sesión plenaria de ayer, que también sirvió para dejar claro la posición formal del president Bauzá sobre la propuesta del PSIB para trasladar a Balears la propuesta del gobierno de Andalucía para actuar contra los desahucios y que pasa por expropiaciones a los bancos.

«Es un brindis al sol y nosotros no haremos rayas en el mar», afirmó el president en respuesta a la socialista Francina Armengol que le reprochó que las medidas que el Ejecutivo balear ha tomado «no sirven» y que «su gran aportación es ofrecer el derecho a una habitación a personas desahuciadas». Eso, según Armengol, «es ofrecer pisos pateras». Según Bauzá la mayor época de desahucios fue la de Zapatero.