La Plaça d'Espanya ha acogido el inicio de la manifestación. | ultimahora.es

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Palma vivió ayer una manifestación realmente histórica, en la que participaron un mínimo de 80.000 personas llegadas de toda la Isla, según el cálculo científico realizado por la Societat Balear de Matemàtiques, que vio completamente desbordadas sus previsiones. Ninguna otra manifestación, ni en favor de la lengua, ni por con motivo de una huelga general, se acercó siquiera a esta cifra, tan sólo comparable a la celebrada en 2004 con motivo de los atentados del 11-M. Los organizadores hablaban de 100.000 y la Delegación de Gobierno lo dejó en 70.000 participantes.

Una increíble marea verde gritó ayer ‘basta' a la política de imposiciones y ‘decretazos' del Govern de Bauzá, cuya dimisión fue la petición más repetida.

A las 18 horas, la Plaça d'Espanya de Ciutat y parte de las Avingudes estaban ya abarrotadas de miles de personas que quisieron mostrar su apoyo y solidaridad con la huelga de profesores que ha cumplido dos semana. De forma pacífica y al ritmo de xeremiers, flaviols y tamborils, al son de ‘La Balanguera' y de varias batucadas la manifestación se puso en marcha a esa hora, pero dos horas después de que la cabecera llegara a la Plaça de la Reina aún salían personas de la Plaza de España. Tanta gente había, que la Policía tuvo que cortar el tráfico en el otro lado de las Avingudes, en dirección al mar, para que las personas pudieran avanzar más rápido. Todo el centro de Palma quedó totalmente colapsado.

En la Plaça de la Reina se precedió a lectura del manifiesto unitario, que tuvo que leerse siete veces, por un padre, Pere Grimalt, y una alumna –se turnaban Marta Mas, del CIDE, y Mª Inés Garcies, del IES Guillem Cifre de Colonya–, para que pudiera ser escuchado por las personas que se iban incorporando al Born, a medidas que otras se marchaban.
«Esta foto es la que vamos a poner sobre la mesa mañana», declaró Biel Caldentey, secretario general del STEI-i, en referencia a la reunión que esta tarde mantendrán los convocantes de la huelga con la Conselleria d'Educació, a la que, aseguró, «vamos a exigir una nueva propuesta y si no es probable que nos levantemos». «Esta manifestación ha sido tan histórica –dijo– que el Govern o se pone histérico o se pone a negociar». Y, continuó, hoy «sólo querremos tres respuestas a tres preguntas: la retirada del TIL, la retirada de la ley de símbolos y la retirada de los expedientes disciplinarios de los directores de Maó».

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«Si no, queremos propuestas concretas con capacidad de negociación, pero no nos sentaremos a perder el tiempo, si no tienen –en referencia a Camps y Estarellas– capacidad política para negociar que venga Bauzá, que no sea un cobarde». Y añadió: «Cuando la parte más sana de la sociedad sale a la calle a pedir mejor educación y diálogo y no imposición este Govern tiene la obligación de rectificar, que no sólo es de sabios, sino de personas inteligentes y si les queda un gramo de inteligencia tienen que negociar». Para acabar declaró que «ellos dicen que tienen la mayoría absoluta, pero nosotros tenemos la mayoría de la sociedad, por tanto las dos mayorías se tienen que poner de acuerdo, la legal y la real».

Por su parte, el secretario general de la FE-CCOO, Toni Baos, aseveró que «son unas cifras históricas, es una foto histórica». «Aquí estamos la mayoría, la minoría silenciosa se ha quedado en su casa. Es una victoria contra el TIL y la Lomce».

Los sindicatos y la Assemblea de Docents se reúnen esta mañana para consensuar la postura que mantendrán en la reunión de la tarde con la Conselleria, pero, en este sentido, Baos aseguró que «necesitamos que el Govern entienda que la propuesta estaba ya escrita en la convocatoria de huelga: la retirada del TIL, al menos este curso para negociar un nuevo proyecto pedagógico de tercera lengua que sea coherente y democrático». «Trabajamos para que haya una propuesta unitaria –añadió–, pero no es imprescindible, porque lo más unitario que ahora tenemos es esta foto de más de 100.000 personas».

Para el portavoz de la Assemblea de Docents, Iñaki Aicart, «hemos ganado la batalla en la calle y en la opinión pública, ahora queda ganar la batalla de la huelga y la negociación». El presidente de Fapa-Mallorca, Vicenç Rodrigo, se reconoció «emocionado» porque «las circunstancias son extraordinarias. Por primera vez en mucho tiempo, las familias han demostrado que tienen toda la confianza depositada en los docentes».

Representantes políticos y sociales participaron en la protesta, como Biel Barceló, Pere Sampol Joan Tarda, de ERC, o Manuel Pelarda, entre otros.