Imagen de los trabajadores de Emaya durante la huelga general de septiembre de 2012. | J. TORRES

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«Haré todo lo posible para que la huelga de Emaya se desconvoque». Así se manifestó ayer el alcalde Mateo Isern, que confía en que finalmente los trabajadores no hagan huelga indefinida de recogida de basuras y limpieza a partir del 26 de diciembre. En este sentido, se mostró convencido de poder llegar a un acuerdo con el comité de empresa. Además, aseguró que «los trabajadores no permitirán que una ciudad como Palma se pase todas las fiestas de Navidad sin recogida de basura».

El alcalde advirtió que «la tecnificación de Emaya es irrenunciable», ya que de ella depende de la viabilidad de la empresa. No obstante, reconoció que la tecnificación tiene consecuencias, como que 28 trabajadores pasen del turno nocturno de recogida al diurno de limpieza, por lo que perderán el plus de nocturnidad. Sin embargo, precisó que «no pierden el trabajo» y reiteró su compromiso de no hacer despidos. «La empresa debe modernizarse y eso es irrenunciable. Con eso conseguimos que Emaya pueda funcionar muchos años y asegurar todos los puestos de trabajo de todos los trabajadores, mejorando el servicio de limpieza», argumentó.

Además, recordó que el ahorro que se conseguirá con la tecnificación permitirá bajar un 4 % la tarifa de recogida de basuras a todos los ciudadanos y un 45 % la factura de Emaya a las 4.000 familias que tienen una bonificación por disponer de pocos recursos económicos.