Centenares de personas han marchado en Palma a favor de los derechos de las mujeres. | M. À. Cañellas

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El aborto libre y gratuito centró ayer la manifestación del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, celebrada en Palma. Con escaso seguimiento, entre 350 y 400 personas (según la Policía Nacional), se sumaron a la protesta convocada a las 12.30 horas en la Plaça d'Espanya por Feministes en Acció, Dret a Decidir y Associació Antipatriarcal.

Stei-I, Arran, Amnistía Internacional y Metges del Món, entre otros, también dieron su apoyo a las reivindicaciones que centraron la jornada.

Además de la defensa a ultranza de las libertades sexuales de las mujeres, los colectivos implicados en la manifestación reivindicaron la igualdad de derechos en el ámbito laboral e incidieron en la importancia de frenar el avance de una educación «propia de la ultraderecha política, basada en el modelo patriarcal católico».

Cati Cortada, de Feministes en Acció; Aina Sureda y Carol Ares, por parte de Antipatriarcals, leyeron el manifiesto en la Plaça Porta Santa Catalina donde concluyó la protesta: «Hoy declaramos una guerra abierta al sistema patriarcal, que asesina inmigrantes y hace terrorismo de Estado», dijo Cortada.

«La familia nuclear es la unidad económica que les interesa. La Iglesia católica ha cogido la mano del fascismo y quiere seguir decidiendo sobre nuestras vidas, nuestra maternidad y nuestros cuerpos. Una ultraderecha política que quiere la maternidad forzada y el control absoluto, para seguir negando la participación de la mujer en la vida pública», añadió en la segunda parte del manifiesto Aina Sureda.

«El micromachismo y la violencia doméstica avanzan cada día, mientras se produce un serio retroceso educativo en las aulas. Hay una imposición de la religión católica en las escuelas mientras retiran la educación en valores».

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Violencia

El retroceso de los derechos civiles, las alusiones a la represión política, detenciones, multas y agresiones a numerosos ciudadanos, fueron constantes en la lectura del manifiesto. En el mismo, se mostró la solidaridad de los colectivos feministas a la libre opinión y su manifestación abierta.

La marcha fue tranquila, si bien, las consignas anticlericales se hicieron notar. Así, al paso de la protesta por la parroquia de San Miguel de Palma se oyeron gritos de: «Vamos a quemar la Conferencia Episcopal por machista y patriarcal».

También se escuchó: «Gallardón al paredón», «Nos han engañado; la Virgen ha follado», «Ninguna agresión sin respuesta»...

Entre los manifestantes se encontraban los socialistas Aina Calvo, Teresa Riera o Sílvia Cano, el diputado de Mes, David Abril, o el coordinador de Esquerra Unida en Balears, Manel Carmona.

Pere Manel Mulet de Amnistía Internacional destacó que la libertad sexual de las mujeres «está contemplada en el marco de los derechos humanos». Helena Herrera, secretaria de Igualdad de la CGT, recriminó al Gobierno su «ataque directo a todos los derechos». Una forma de hacer política «marcada por el retroceso».