Patxi Mangado en el Palau de Congressos. | Pere Bota

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El Palacio de Congresos no cierra un frente cuando ya tiene otro abierto. Ahora el conflicto es con el arquitecto Patxi Mangado, al que Palau no quiere pagarle los 630.000 euros que reclama.

—¿El Palacio de Congresos de Palma se está convirtiendo en una pesadilla para usted?

—No, en absoluto. La obra es tan atractiva y creo tanto que va a ser útil para la ciudad que de ninguna manera es una pesadilla.

—La obra va a durar más del doble.

—Otra cosa es que ha tenido muchísimos obstáculos. De las obras que he hecho, es la que ha presentado más obstáculos; quizás por eso cuando la vea acabada la satisfacción será mayor.

—¿Acabará esta obra?

—Mi voluntad es acabarla.

—Palau de Congressos ha dicho que no le pagará los 630.000 euros que reclama.

—Pues me tendré que ir si no atiende a mis solicitudes de pago de gastos mínimos y justos. Para mí esta obra es fundamental, pero hay una cosa que tiene que se llama dignidad y conceptos como el ninguneo. De todas maneras, estoy absolutamente convencido de que se recapacitará; no tiene sentido que después del esfuerzo que hemos hecho nos maltraten así.

—¿Por parte de quién se ha sentido ninguneado?

—Fundamentalmente por Palau; por los responsables políticos no porque lo que me han dicho siempre lo han cumplido. Por el gerente actual siento un gran respeto, pero veo reacciones que no entiendo muy bien. Quiero darles la importancia justa, lo más importante es la obra.

—El presidente del Palau de Congressos dice que tiene que defender el dinero de los ciudadanos, ¿cómo explica los 630.000 euros que reclama?

—Si contrata a una persona por tres años y le paga por ese tiempo y esa persona está un año más gratis; si después le dice que tiene que trabajar tres años más y sin cobrar y si se va le reclamará... Yo sólo pido que me pague el bocadillo, el autobús para llegar al trabajo; al beneficio industrial he renunciado. Si Garau dice que defiende el dinero de los ciudadanos me parece muy bien, pero no a base de avasallar ni de masacrar a la gente. Si Garau defiende los derechos de los ciudadanos, que me lo cuente a mí que llevo 7 años defendiendo el dinero público para que no se desvíe nada.

—¿Se siente discriminado?

—Claro, me siento la parte más débil de la jugada porque yo no tengo muchos abogados; pero que no se engañen, no es una amenaza, pero sé defender mis derechos.

—¿Le tendrían que haber pedido indemnización a Barceló?

—No lo sé, eso lo tienen que decir los juristas. A mí me dicen que si me voy me van a reclamar, pues no sé por qué a Barceló no. Pero no quiero entrar en este discurso porque no soy jurista y no quiero ligar esta reclamación de gastos legítimos con lo que pasó con Barceló. Quiero centrarme en la obra, si me dejan.

—¿Los ciudadanos rechazan el Palacio de Congresos?

—No sólo es bueno que haya opiniones públicas, sino que es absolutamente necesario. Siempre pasa lo mismo, se generan reacciones a favor y en contra.

—Al principio se iba a pagar condieron privado y ahora será 100% público.

—Comprendo las críticas, pero me gustaría que estuvieran fundadas en conocer bien el edificio. Por eso pido a Palau que organice visitas públicsas para que los ciudadanos sepan en que se gasta su dinero.