El alcalde Mateo Isern se sincera en la entrevista a este periódico. g Fotos: PERE BOTA-

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El alcalde Mateo Isern atraviesa el peor momento de su carrera política. Tanto que en esta entrevista no se abordará su gestión en Cort, sino que se centrará en la crisis interna del PP.

—¿Le ha llamado José Ramón Bauzá tras sus declaraciones del jueves?

—No.

—¿Desde cuándo no hablan?

—Desde que nos vimos en Projecte Home (29 de agosto).

—Me refiero a mantener una conversación, no a un saludo.

—La última vez que hablamos fue cuando solventamos el problema del Palacio de Congresos (11 de julio).

—¿Es normal que el alcalde y el president hablen tan poco?

—El presidente es el presidente y siempre que me llama estoy a su disposición.

—¿No le llama?

—Ya le he dicho que estas son las veces que nos hemos visto en los últimos meses.

—Los periodistas interpretaron que Bauzá no le apoya como candidato y usted entendió que lo respalda.

—¿Cómo interpretaría que describan su gestión de brillante?

—Le tuvieron que preguntar tres veces.

—Al final lo dijo, ¿no? Si tu presidente del partido califica la gestión de Cort de extraordinariamente brillante ¿cómo no voy a sentirme respaldado?

—Fue muy comentada la reunión que tuvieron en el Consolat en la que hubo hasta gritos.

—Este es un tema absolutamente superado. Lo adecuado es mirar hacia delante y dejarnos de los pequeños problemas que haya podido haber en un pasado, ya tan lejano desde el punto de vista político.

—Aseguran que se llevan mal.

—Ahora toca anteponer los intereses generales a cualquier batalla interna. Nadie va a conseguir que diferencias personales, del tipo que sean y con quien sean, se antepongan o condicionen mi obligación como alcalde.

—¿Hay diferencias personales con Bauzá?

—Le digo que no tiene la menor importancia. Mi relación con Bauzá es correcta y de lealtad.

—¿Y con Rodríguez?

—Exactamente lo mismo.

—Rodríguez se enfadó mucho porque usted fue a cenar con el alcalde de Campos.

—No me lo creo. No creo que al señor Rodríguez le importe con quién ceno. Es un defensor del partido a ultranza y cualquier actividad que vaya en favor de mejorar las relaciones estoy seguro que está encantado.

—Los alcaldes de la Part Forana le piden que opte a la presidencia del Govern.

—Nunca me lo han pedido. Los alcaldes me demuestran un gran cariño como yo a ellos.

—¿Se arrepiente de no haberse implicado más en el PP de Palma y no haber optado a la presidencia?

—Fue una decisión de partido, se me pidió que no lo hiciera.

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—¿Quién se lo pidió?

—Me pidió que no lo hiciera el presidente Bauzá y yo, disciplinadamente, acepté su sugerencia.

—Se habla del divorcio del alcalde con los afiliados del PP.

—Niego la mayor rotundamente. Siempre que se me ha llamado he estado en el partido, tengo una relación extraordinaria con una amplísima mayoría de afiliados. Nunca un alcalde ha estado tan en contacto con la ciudadanía y con nuestros afiliados. Quiero desterrar esa idea que alguien está intentando transmitir. Si alguien sabe la importancia del partido ese soy yo porque soy alcalde, sin duda, gracias al partido.

—¿Cómo puede decir eso si han hecho el borrador del programa electoral sin consultarle?

—Le han informado absolutamente mal. Yo he colaborado, me han consultado y he actuado muy activamente en la elaboración de ese programa. Yo he aportado mis sugerencias y estoy seguro de que se van a tener en cuenta; creo que mi opinión se valora, y mucho, en el partido.

—Han sido sonados sus enfrentamientos con algunos afiliados en las juntas de distrito, sobre todo por Emaya. ¿Le han presionado para que enchufe gente?

—No recuerdo haber tenido ningún enfrentamiento en ninguna junta de distrito. El presidente Bauzá lo ha dicho mil veces: el partido no es una agencia de colocación. Y yo digo lo mismo, mientras yo esté al frente de Cort mantendremos esta máxima.

—Ni Bauzá ni el PP de Palma le han pedido que se presente a las primarias, ¿lo hará?

—Tengo la impresión de que no habrá primarias.

—¿Por qué?

—Porque no están previstas en los estatutos del partido. No es lógico que cuando se tiene un alcalde se busque otro candidato. Sería la primera vez que siendo el alcalde del partido se hacen primarias; pero es una opinión personal. Si hubiera primarias vamos a ver quién se presenta y si el candidato tiene un perfil más adecuado que el mío o más apoyos, yo no me presentaría y le daría todo mi apoyo. Aceptaré, sea cual sea, la decisión del partido con total disciplina.

—¿Incluso que le den la lista hecha?

—Un alcalde tiene que tener un equipo en el que confíe. La lista debe de ser realizada por el alcalde, si bien debe atender también las sugerencias del partido.

—¿Qué dice Madrid de esto?

—No lo sé.

—¿No le han llamado?

—No. Imagino que un alcalde de una capital de provincia como Palma es un tema que como mínimo ocupa, no sé si preocupa.

—Tiene muy buena relación con Cospedal, ¿le ha pedido que vuelva a ser el candidato?

—Es verdad que tengo una buena relación con la señora Cospedal. Le tengo un gran cariño y un gran respeto, pero no he tenido ninguna noticia ni indicación de ella respecto a ese tema.

—¿Los rivales están en otros partidos y los enemigos en el propio?

—Yo no diría enemigos. En cualquier organización todo el mundo tiene legítimas ambiciones personales y, a veces, se contraponen con las legítimas ambiciones personales de otras personas. Eso puede producir algún tipo de enfrentamiento o tensión.

—¿Llamará a Bauzá?

—El presidente es Bauzá y yo tengo un alto sentido jerárquico; él es el jefe y yo estoy a su disposición.

—¿Su gobierno está dividido entre ‘rodriguistas' y los que le apoyan a usted?

—El equipo está absolutamente cohesionado. Mientras no afecte a la gestión no tengo ningún inconveniente en que cada regidor se alinee políticamente donde mejor considere.

—¿Se siente traicionado?

—Absolutamente no.

—¿Cómo valora la baja de Cristòfol Soler del PP?

—Cualquer baja nunca es positiva. Ahora bien, por encima de cualquier consideración siempre antepongo la libertad personal y de conciencia. Si Soler no se sentía representado por el partido ha hecho muy bien en irse.