Maqueta de la ópera de Palma diseñada por el arquitecto Santiago Calatrava a petición del president Jaume Matas en 2007. | M. À. Cañellas

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Diecisiete testigos prestarán declaración entre el lunes y el martes que viene ante el juez del caso Palma Arena, José Castro, en el marco de la pieza separada donde investiga presuntas irregularidades en la contratación del arquitecto Santiago Calatrava para elaborar un proyecto de una ópera en Palma.

En respuesta a la solicitud de diligencias planteada por la Fiscalía Anticorrupción, Castro ha fijado para el lunes el testimonio de ocho representantes de empresas relacionadas con el encargo y la presentación del proyecto, que empezarán a prestar declaración a partir de las 10.00 horas, y otras nueve declararán el martes.

El arquitecto valenciano, a quien el expresidente del Govern Jaume Matas encargó en 2007 proyectar un edificio destinado a rivalizar con los dos grandes monumentos de Palma: la catedral y el Castillo de Bellver, cobró por el diseño básico y la maqueta 1,2 millones de euros.

El proyecto, cuya ejecución tenía un coste inicial previsto de unos 100 millones de euros, se frustró porque el antiguo líder del PP balear, hoy preso por corrupción, no logró la mayoría absoluta en las elecciones de mayo de 2007 y fue desbancado del Govern por el pacto entre los partidos de izquierda y Unió Mallorquina.

Matas, que anunció su gran proyecto justo un mes antes de las elecciones, también vio frustrada su presentación pública porque la Junta Electoral la prohibió la víspera de llevarse a cabo porque vulneraba la legislación.

Precisamente los gastos preparatorios de la presentación, para la que se llegó a montar una carpa en la Plaza de España de Palma y se habían editado folletos, son uno de los aspectos que la Fiscalía y el juez quieren aclarar con los testimonios señalados este viernes.

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Ocho de los testigos citados por el juez Castro son responsables de empresas que realizaron trabajos para esa presentación pública abortada y que cargaron por ello facturas a la Conselleria de Vicepresidencia y Relaciones Institucionales del Govern balear que suman casi 99.000 euros.

La última de los testigos citados es la que fuera secretaria general técnica de la citada conselleria, Jane King.

El pasado 10 de junio, el juez Castro retiró de forma provisional la imputación que pesaba sobre Calatrava por esta causa, la pieza 3 de la macroinvestigación conocida como caso Palma Arena, en la que también se incluye el caso Nóos.

Asimismo, desimputó a dos altos cargos cuyos departamentos intervinieron en la contratación del arquitecto, y al exconseller de Educación y Cultura Francesc Fiol.

Pocos días después, Fiol declaró como testigo y reiteró ante el juez instructor que fue Matas quien le ordenó iniciar el proceso para encargar a Calatrava el diseño del teatro de la ópera de Palma, una tramitación que, según aseguró, fue «completamente legal».

El expresidente autonómico balear encarcelado por corrupción en Segovia es ahora el único imputado en la causa, después de que Castro haya denegado provisionalmente archivar la causa en relación a él.