Bona se dirigió al auditorio desde una clásica mesa de maestro. | P. Pellicer

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«Conseguir que los niños se sientan protagonistas de su aprendizaje debe ser nuestro objetivo como maestros», señaló César Bona, candidato este año a mejor maestro del mundo, o lo que es lo mismo, al Global Teacher Prize que entrega la Fundación Varkey Gems.

En su conferencia en el Auditórium, Bona insistió ante el millar y medio de asistentes en que los profesionales de la docencia «deben estimular la curiosidad y la imaginación de los niños, priorizar su creatividad y valores como el esfuerzo, la motivación, la autoexigencia, la colaboración y la solidaridad, como los principales motores del aprendizaje».

Para César Bona, que durante los dos últimos meses y fruto de su nominación al ‘Nobel de los profesores' ha recorrido los platós televisivos y las cadenas de radio españolas, «este tsunami mediático en el que estoy metido no cambia mi vida, porque de hecho cumplo mis horarios de lunes a viernes en mi clase del colegio público Puerta de Sancho de Zaragoza, que es lo que en verdad me importa».

Bona considera que su nominación al premio ha hecho posible que en España se hable de la educación «en positivo», y se mostó partidario de que en las aulas se registre un trabajo del profesorado «que lleve al ánimo de los alumnos la empatía y la sensibilidad».