La muralla exterior del castillo, que data del siglo XIII, es la más afectada y ya está parcialmente apuntalada. | M. À. Cañellas

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El castillo de Bellver, dependiente de Cort, amenaza ruina, sobre todo la muralla exterior, que ya está parcialmente apuntalada. El Consell de Mallorca, en virtud de la Llei de Capitalitat, se ha hecho cargo de las primeras inversiones de consolidación del emblemático monumento, símbolo de la Isla, y que es visitado por 400.000 personas al año.

Ya está preparada una primera inversión de urgencia de un millón de euros para consolidar las partes más dañadas por el tiempo. Pero la rehabilitación total costará al menos seis millones. «No es que haya peligro de derrumbe importante, pero el castillo, sobre todo la parte exterior, se está ‘espatarrando'; se está abriendo de manera muy lenta por su parte inferior», afirma Mercè Garrido, consellera de Infraestructuras del Consell.

El castillo fue impulsado por Jaume II en la segunda mitad del siglo XIII. Tiene 700 años. Las huellas del tiempo son observables a simple vista. La muralla externa está en franca degradación. En la parte sur ya hay una zona apuntalada para que el muro no se venga abajo. En la estructura interior, las grietas son visibles en la zona de la puerta de entrada. «El deterioro también es palpable en varios de los torreones, sobre todo en uno», explica Garrido.