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Una responsable del grupo de Delincuencia Económica de la Policía Nacional ha señalado durante el juicio del caso Nóos que la Infanta Cristina escogió y encargó un cuadro cuya adquisición fue posteriormente facturada a Aizoon, empresa de la que es propietaria a partes iguales junto a su marido Iñaki Urdangarin, y de la que se habrían servido para hacer frente a numerosos gastos personales y defraudar a Hacienda.

A preguntas de la abogada que representa en la vista oral al sindicato Manos Limpias, Virginia López Negrete, ha recordado que se puso en contacto con una galería de arte de Barcelona tras hallar una factura de la compra de un cuadro que fue imputada a Aizoon. «¿Recuerda quién encargó el cuadro?», le ha inquirido la letrada, a lo que la inspectora ha respondido: «Sí, fue la infanta Cristina».

En concreto, se trata de un cuadro de Carmen Galofré, perteneciente a la exposición que la galería organizó en 2006 en torno a esta artista, de acuerdo a la información incluida al respecto en el sumario.

De acuerdo a la información que la galería proporcionó en su día a los investigadores sobre esta adquisición, «la persona que escogió y reservó la obra fue S.A.R. Doña Cristina de Borbón, Infanta de España», al tiempo que precisa que fue el director de la galería quien atendió personalmente a la hermana del Rey Felipe VI.

Servicio doméstico

La inspectora ha explicado al tribunal que cuando analizaron la actividad del Instituto Nóos no detectaron que Cristina de Borbón realizara ninguna función en la entidad que presidía su marido, y que la única relación con la hermana del Rey que encontraron fue que el servicio doméstico de su domicilio también lo era de la empresa Aizoon, la sociedad que comparte con Urdangarin.

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Además, ha explicado que cuando investigaron el personal del entramado de Nóos hallaron numerosos trabajadores ficticios, como varios estudiantes dados de alta, así como empleados que en realidad eran servicio doméstico.

Sobre si la infanta Cristina realizaba alguna función en el Instituto Nóos, la inspectora ha respondido: «En esa empresa, en ese local, no, lo único que los trabajadores del servicio doméstico de su casa, también se puso que eran de Aizoon».

La funcionaria analizó las facturas de Aizoon y ha explicado que detectó que varias de ellas correspondían a gastos personales como material audiovisual, la compra de una tostadora y unas cortinas, así como una fiesta infantil.

Ninguna función

Varios de los diez agentes de policía que han prestado declaración como testigos han coincidido en señalar que la infanta no desarrolló ninguna función o papel activo en el Instituto Nóos y uno de ellos ha precisado que tampoco en Aizoon: «Era copropietaria de la empresa, pero a nivel ejecutivo ninguno», ha precisado.

Los agentes han coincidido en que los trabajadores de Aizoon que fueron interrogados eran mayoritariamente empleados del servicio doméstico, y todos ellos indicaron que antes de ser contratados fueron entrevistados conjuntamente por la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin.

En la cuadragésimo cuarta sesión del juicio que se celebra este miércoles han declarado siete testigos, cinco de ellos policías que participaron en la investigación, y las partes han renunciado a la declaración de otros ocho.