El presidente de la entidad insular manifiesta que los nacionalismos español y mallorquín son muy diferentes, y que los catalanes «ya se defienden muy bien». | Jaume Morey

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El presidente del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat, ha asegurado que todo lo relacionado con el cambio de fecha de la Diada de Mallorca es «un tema magnificado» y ha asegurado que se cambia del 12 de septiembre al 31 de diciembre porque esa fecha «no arraigó nunca».

En una entrevista concedida a Europa Press, explica que como el 12 no arraigó, al celebrarse ahora el 31, se une con la Festa de l'Estendard en Palma, «la fiesta civil más antigua de Europa; pero por mí se podría celebrar en Sant Antoni», recuerda el presidente.

Sobre las acusaciones de algunos grupos que aseguran que este cambio de fecha obedece a postulados pancatalanistas y con el objetivo de no reivindicar el Regne de Mallorca, Ensenyat asegura que eso es «una tontería como unas casas».

«Lo de la Diada es un tema magnificado me pican otras cosas dentro del Consell: como convertirlo en una administración ágil, eficaz, eficiente y que sea capaz de dar soluciones a los problemas de los ciudadanos», asevera.

«Lo que ocurre», dice, «es que vende más un lío que la gestión y que «hay gente que cada vez que abro la boca dice que soy catalanista, pero yo soy mallorquinista; los catalanes ya se defienden muy bien».

Sobre esto, Ensenyat defiende «una visión descentralizada totalmente del Estado, que pasa por la capacidad de decisión sobre temas que afectan de manera directa a Baleares». Aunque, agrega que «sí» que estaría cómodo en un modelo federal dentro del estado español «siempre y cuando se tuviera derecho a decidir las cosas importantes»

Así, dice que «el modelo actual, que es el de la transición, está obsoleto y conviene revisarlo porque permite desigualdades sobre todo en el tema de la financiación» y por esto apuesta por un estado federal.

«En Alemania hay Estado federal y no pasa nada»

«En Alemania hay un Estado federal y no pasa nada», sigue. «Su constitución establece que los distintos territorios que lo conforman no pueden aportar más del cinco por ciento de PIB; aquí aportamos el 14 por ciento», lamenta.

A nivel ideológico, dice que el nacionalismo español y el mallorquín son «diferentes y contrapuestos» ya que el segundo «pide el refuerzo sobre las administraciones locales y la capacidad de decidir y el otro busca un modelo de estado recentralizado».