Distintas imágenes de la movilización de los taxistas. | M.À. Cañellas /J. Torres

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La convocatoria de huelga de los taxistas ha sido un «éxito total», tal y como ha asegurado el presidente de la Asociación Mallorquina de Trabajadores Autónomos del Taxi, Gabriel Moragues.

Según, la Asociación Sindical de Autónomos del Taxi de Mallorca (ASATM), la Agrupación Empresarial de Auto-Taxis de Balears (CAEB), la Asociación de Taxis de Balears y la Asociación Mallorquina de Autónomos del Taxi (PIMEM), unos 2.000 taxis no han ofrecido servicios este miércoles desde las 9.00 horas hasta las 14.00 horas.

De estos, unos 700 se han unido a la concentración que ha colapsado el centro de Palma, llegando finalmente al Consolat de Mar.

«Todo el mundo está aquí», ha subrayado Moragues a los medios de comunicación en medio del sonido de silbatos y bocinas de sus compañeros, que gritaban ante la sede de la presidencia del Govern «Armengol dimisión».

El dirigente sectorial ha subrayado su propósito de seguir organizando movilizaciones hasta que el Govern desista de su plan para ofrecer enlaces regulares de autobús entre el aeropuerto y las zonas turísticas más concurridas de Mallorca.

Próximas movilizaciones

«Ahora mismo no podemos dudar, y menos viendo que la gente no ha tenido ninguna duda a la hora de sumarse», ha sostenido Moragues, que ha señalado que si las posturas siguen enfrentadas cuando llegue la Semana Santa, convocarán movilizaciones y paros al inicio y al final de las vacaciones y dejarán Mallorca sin servicio nocturno de taxis durante toda la semana.

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Como han planteado los dirigentes de las asociaciones al director general de Movilidad, Jaume Mateu, que les ha recibido este miércoles, sus reticencias a los autobuses regulares se basan en el daño que causará el servicio a su negocio y en que representa un trato discriminatorio respecto a los residentes.

«Seguimos pensando que lo que da igual de derechos a ciudadanos y turistas es que las líneas pasen por la (estación) intermodal (de Palma)», porque «no puede ser» que los turistas vayan directos del aeropuerto a sus zonas de alojamiento mientras que el transporte público de los isleños se centraliza en la ciudad.

Tras la reunión con los taxistas, Mateu ha asegurado que el Govern no trata de perjudicar al sector del taxi, sino de mejorar el transporte público con una oferta que ya existe en otros destinos turísticos similares a Mallorca,

«Negamos la mayor», ha dicho el director general respecto al gran impacto sobre su negocio que denuncian los taxistas. Según los cálculos del Govern, el servicio de autobuses a las áreas con mayor concentración de hoteles generará anualmente unos 800.000 viajes, mientras que el año pasado en taxis y autocares discrecionales salieron y llegaron al aeropuerto 26 millones de usuarios.

La manifestación estaba encabezada por una pancarta con el lema «No a la ruina de 3.000 familias», y los taxistas llevaban carteles con otros lemas como «Govern mentiroso», «Servicio duplicado, intereses encubiertos» y «Para favorecer a tres empresas se cargan 2.000».

La mayoría de los manifestantes vestían chalecos reflectantes y hacían sonar silbatos y hacían estallar petardos. Algunos distribuían un pasquín en el que pedían disculpas a los vecinos por las molestias que puedan ocasionar para defender sus «intereses» y su «pan».

La marcha ha transcurrido sin incidentes a excepción del forcejeo entre varios manifestantes y la policía, cuando un agente ha tratado de quitar a uno de los taxistas un artefacto pirotécnico, y de la quema de dos contenedores en la plaza del Mercat.