Las quejas de los turistas británicos se producen una vez regresan a sus países y las presentan a los touroperadores, que luego las cobran a los hoteleros. | Michel's

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El Gobierno británico quiere acabar de raíz con las falsas denuncias de turistas en Mallorca y otras zonas vacacionales que se vienen produciendo en el último año y medio, por entender que se trata de fraudes encubiertos bajo el amparo de la directiva comunitaria de Viajes Combinados, los cuales están auspiciados por bufetes de abogados del Reino Unido que han encontrado un auténtico filón para obtener un rendimiento económico propio.

Estos bufetes incitan a los clientes británicos a reclamar a los touroperadores por intoxicaciones alimentarias con la mera presentación de facturas de compra de medicamentos sin receta en Mallorca. Los touroperadores están exonerados del pago de estas reclamaciones por vía contractual y las cargan a los hoteleros, a sabiendas de que se trata de un fraude ante el que no pueden hacer nada.

Pagos millonarios

La presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), Inmaculada Benito, manifiesta su alarma sobre la evolución de las reclamaciones de turistas británicos: «Las reclamaciones se han multiplicado un 700 % en el último año, porque están llegando a los empresarios denuncias que se remontan a estancias vacacionales desde 2011. Esto se tiene que parar, de ahí las conversaciones que estamos manteniendo desde hace meses con la Embajada del Reino Unido en España y el Consulado General Británico en Barcelona para poner coto a esta situación».

El volumen del fraude en Mallorca superó el pasado año los 50 millones de euros por este concepto.