La consellera Patricia Gómez. | Joan Torres

TW
20

Cuando se trata de autobombo, la consellera de Salut, Patricia Gómez, no repara en gastos. Cual madrastra de Blancanieves, le gusta mirarse al espejito para que le digan guapa. Según dicen no hay un puñetero céntimo de euro en las arcas del Govern y sí muchas deudas. Pero, por lo visto, eso son cortinas de humo para incautos. Y si no, a saber: el IB-Salut, cuyo director general es Juli Fuster, compañero sentimental y teórico subordinado de la consellera Patricia, ha contratado por 20.388,50 euros (IVA incluido) a la Fundación Gadeso para que le haga una encuesta para «medir la satisfacción de los usuarios de los centros de salud de Atención Primaria de nuestra comunidad». Toma castaña. A pagar todos, que es para que Patricia esté contenta.

Hace unos pocos meses el Hospital General vivió una traumática situación al permanecer averiado uno de los ascensores durante un buen puñado de semanas. Enfermos y difuntos tuvieron que ser trasladados a la intemperie por el tejado y bajo la lluvia. Y el Ib-Salut no reaccionó hasta que el caso fue denunciado en los medios porque estaban «a la espera de un proyecto de reparación». El dinero no llegó al Hospital General hasta que el escándalo se hizo público.

Pero aquí no escarmienta nadie. La pasta sanitaria se va a cuestiones demoscópicas, seguramente para que Patricia pueda echarle en cara a la oposición en los plenos parlamentarios que el usuario está más contento que una faralae en la Feria de Abril. Y no hay nada como una buena encuesta para darle colorete, rímel y pintalabios político a la titular de Salut. Aunque caigan chuzos de punta por algunas de las extrañas contrataciones que hace el Govern...que con asuntos como éste de Patricia seguirá liándose, liándose y liándose...

Noticias relacionadas

Este sondeo fue encargado el pasado 17 de marzo por el departamento que dirige Fuster, unos pocos días antes de que estallase el caso de Jaume Garau, exdirector de la campaña electoral del PSM, por cosechar una serie de contratos de Consellerías y concejalías gobernadas por Més. El de Patricia con Gadeso es un contrato de servicios, número de expediente 121/17 y tiene un período de duración de nueve meses. Demuestra la ligereza de los rectores de Salut a la hora de invertir los recursos públicos en los tiempos de escasez que corren.

Lógicamente, y justo después de que estallase el asunto Garau-Més-instituciones, el contrato de Patricia para hacerse una encuesta va ahora de mano en mano en ambientes políticos de todos los colores. Aquí, como en todas partes donde cuecen habas, donde las dan las toman.

De momento sólo falta por saber el resultado de la encuesta y hasta dónde llegarán los ¡oh sanna! y los ¡aleluya! en honor y loor de la consellera que encarga y paga. Lo malo es que los tiempos actuales ya no están para soportar ni verbenas, ni mantones de Manila, ni vestidos chinés.