La magia de la política es que no hay juego subterráneo, ni triquiñuelas, ni aparatos burocráticos, ni paquidermos, ni barones aposentados, que puedan frenar el afán de transformación de un colectivo humano. Un desahuciado Pedro Sánchez es desde este domingo Pedro el Grande, líder indiscutible del partido socialista, porque así lo han querido las bases. Sánchez ha tenido que remar contra viento y marea, incluido el aparato mediático controlado por Rajoy, que apostó descaradamente por la Faraona del Sur, partidaria de mantener al PP en el poder.
Sánchez ha ganado porque el PSOE tenía sed de líder y porque la Sultana no engancha más allá del Guadalquivir (huele a derechista con una rosa colgada de la oreja). Una vez más se ha demostrado que en el implacable juego dialéctico de la política no ganan los laboratorios ni los movimientos de cúpula, sino la decisión y empuje de las bases. Los barones y los dinosaurios ganan batallas, pero a las guerras las ganan los afiliados. No hay acomodado ni bienpensante en este planeta, sobre todo si está aposentado en un partido de izquierdas, que pueda frenar a sus bases en una coyuntura decisiva. Entre la izquierda, los valores siempre acaban por vencer a los intereses. Sánchez, un chico antaño mediocre, es ahora un icono simplemente porque tuvo el coraje de decir 'no es no' a Rajoy. Y quienes le echaron, arrastran ahora su vergüenza y su derrota.
Tal fue su prepotencia que presentaron de candidata a una Susana Díaz que no ha sabido ni ha podido conectar con las bases excepto en su taifa andaluza. Los González, Zapatero, Rubalcaba y demás gerontocracia, que apoyaron el golpe interno para propiciar la investidura de Rajoy, prueban ahora el amargo sabor de su complejo de superioridad divorciado de la realidad. Vienen meses tensos. La ofensiva del PSOE contra el PP se acrecentará. Eso es lo que han votado las bases y es lo que intentaron frenar los ahora derrotados del aparato y la baronía. No comprendieron que los afiliados socialistas tenían hambre de líder. Ellos convirtieron a Pedrito en Pedro el Grande. Ellos son los vencedores.
6 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Gana Pedro, pierde España. El país necesita un líder y un partido de la oposición fuerte y Pedro Sánchez ya demostró que no esta a la altura. Generó no pocos problemas para formar gobierno en este país que lo necesitaba urgentemente, nos guste o no el Partido que gobierne. Si Pedro es el salvador para librarnos de Rajoy, lo siento pero no lo veo.
A este señor no lo deshauciaron ni los barones ni los dinosaurios. Lo deshaciaron los ciudadanos con la concatenación de los peores resultados de la historia del PSOE y la posterior guinda de la vergüenza en las vascas y gallegas. Ahora su militancia lo ha "rehabilitado" frente al aparato del partido pero eso no es nada novedoso. Ocurrió con Hamon en Francia y con Corbyn en Reino Unido entre otros y ambos partidos están al.borde de la desaparición. Ya veremos entonces en que queda eso de Pedro el Grande, que a quien si gusta mucho es a los nacionalistas políticos y mediáticos por representar la debilidad de una pata del sistema político español llamada PSOE.
Gran titular, Joan. Has dado justo en el clavo.
Veremos que harán los votantes, más realistas y menos ideologizados. Los militantes han demostrado que lo único que les importa es el odio al PP, es el único programa de Sanchez. Propuestas ninguna.
Es normal que Pedro haya ganado ya tenemos dos partidos de derechas en España,pp y ciudadanos solamente faltaba un p.s.o.e. insipido escorado a estos dos partidos,Pedro nunca perdio nada fue el partido con su falta de garra el que perdio,ahora empieza una larga travesia no sera facil pero es lo que quiere la inmensa mayoria de la militancia aun que pese a un sector importante de la prensa.
'Pedro el Grande, líder indiscutible del partido socialista.' Però per favó, ¿vostê se pensa que sa gestora y es qu'heyá derrera se xupan es dit? Pot está bés segú de que dúen mesos trabayant ambe questa hipòtesi. Es futur polítich d'En Pedro ês més ò manco es que vá tení En Borrell.