Vista general de Palma, donde siguen sin verse grúas de construcción pese a la solicitud de licencias. | Pere Bota

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Los promotores advierten que en Palma hay 1.700 pisos y chalets a la espera de que Cort les conceda una licencia. El presidente de Proinba, Luís Martí, destaca que están muy preocupados, debido a la falta de vivienda que hay en Ciutat y subraya que hay más de 800 expedientes que están a la espera de que Urbanisme los informe; acumulan una media de ocho meses de retraso y generarían unos 500 empleos directos. «Hay un bloqueo importante en Palma», lamenta Martín, aunque no quiere responsabilizar al Pacte de ello.

Esta situación no es nueva, ya que desde que ha comenzado la recuperación económica la solicitud de licencias se ha incrementado y los técnicos no son suficientes para tramitarlas. Desde el inicio de legislatura los empresarios han reclamado en varias ocasiones al Consistorio que solucione este problema, ya que tiene un incidencia muy negativa en la economía de la ciudad. Martín advierte que cada vez que hay vacaciones la situación empeora, ya ocurrió en verano y ha vuelto a suceder en Navidad.

Cort argumenta que no han podido contratar antes más personal por las limitaciones del Gobierno central. No obstante, el edil d’Urbanisme, José Hila, destaca que esta semana ha empezado un arquitecto nuevo y en las dos primeras semanas de febrero se incorporarán otros dos. «Pasaremos de cinco arquitectos en el departamento de obras a ocho y se notará». Además, subraya que en 2017 se concedieron un 15 % más de licencias que en 2016.

El presidente de Proimba señala que no es solo de una cuestión de personal si no del retraso de Cort en nuevas tecnologías. «La administración electrónica está en pañales, trabajamos con sistemas del siglo XIX». En este punto, argumenta que un escrito puede tardar un mes en llegar de un departamento a otro. «Se producen pérdidas de tiempo brutales achacables al sistema, que es largo e ineficaz», critica Martín.