El presidente de Colonya Caixa d'Estalvis de Pollença, Josep Antoni Cifre Rodríguez (i), el director general de Caixa Ontinyent, Vicent Penadés Torró (c), y el presidente de Caixa d'Enginyers, José Oriol Sala (d), durante su comparecencia en la comisión de investigación de la crisis financiera en el Congreso de los Diputados. | Efe

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El presidente de Colonya Caixa de Pollença, Josep Antoni Cifre, ha defendido la labor que han llevado a cabo las cajas de ahorros, entidades que a su parecer «no son un problema» y sí «su mala utilización».

«Una sólida red de cajas, bancos y cooperativas es enormemente positiva y una garantía de competencia que beneficiará al sector», ha dicho Cifre en su comparecencia en la comisión de investigación sobre la crisis financiera y el programa de asistencia financiera, que celebra el Congreso de los Diputados.

Una comparecencia en la que destacado que la Caixa de Pollença, junto con Caixa Ontinyent, fueron las dos únicas cajas de ahorros que lograron sobrevivir tras la reestructuración financiera en España.

Y ello, sin necesidad de fusionarse, de ampliar capital, ni solicitar ayudas públicas tal y como ha recordado Cifre, que ha explicado que esto se debió a varios factores, entre los que ha destacado la estructura de balance de la entidad, en la que el volumen de créditos es inferior al de los depósitos.

«Esta estructura de balance fue un factor determinante», ha dicho Cifre, que ha asegurado que este hecho permite a la entidad tener una dependencia al mercado «nula».

De la misma manera, otro de los factores que explica la permanencia de la caja ha sido el reducido peso del crédito inmobiliario, ha recordado Cifre, que ha recalcado que la entidad siempre apostó por crecimientos prudentes y sostenidos, y nunca se obsesionó con crecer por encima de los dos dígitos.

La entidad, que acaba de cumplir 138 años, logró superar la crisis «con éxito», y ahora goza de un gran reconocimiento, un aumento de su credibilidad, de clientes, de depósitos, y un mejor negocio, ha dicho su presidente.

En este sentido, ha destacado que la entidad sigue manteniendo criterios como el fomento del ahorro, la gestión eficiente, la transparencia, la mejora de la solvencia y la obra social.

«Hemos llevado a cabo una gestión sin interferencias políticas y con respeto a la independencia y la profesionalidad», ha añadido el presidente de la caja balear, que una vez pasada la crisis, ve con preocupación la reducción de las entidades financieras en Europa.

Una tendencia que se mantendrá, y que provocará una situación de oligopolio en el sector y que afectará a los consumidores, ha alertado. Por último, Cifre, que ha advertido de que el «tsunami regulatorio» es un reto para las actuales cajas, ha criticado que la reestructuración del sector ha provocado una reducción de la obra social.