Sobre estas líneas, portavoces de la izquierda, tanto del Govern como de los grupos que le apoyan, antes de la rueda de prensa conjunta que ofrecieron el miércoles. Allí dejaron claro que querían otra legislatura más. | Jaume Morey

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El Ajuntament de Palma, gobernado por la izquierda desde 2015, aplazó este jueves una reunión prevista con el sector de la restauración en la que iba a presentarle su propuesta de ordenación de la vía pública en referencia a las terrazas en la calle. Una de las propuestas contenidas en ese texto limitaba, casi a la mitad, las terrazas de Santa Catalina y es Jonquet. Recién llegada al gobierno municipal, la izquierda quiso suprimir las mesas y sillas de Es Born. Finalmente se celebró un referéndum y dio marcha atrás.

Para el Partido Popular (PP) de Cort, que dirige Margalida Durán, desde el principio, el gobierno municipal ha optado por la estrategia de prohibir y limitar derechos. Esa es la misma crítica –aunque dirigida al Govern y aludiendo al proyecto de Ley de Vivienda– que formuló el presidente regional de los ‘populares', Gabriel Company.

Un debate permanente

«Esta es una ley intervencionista, estamos ante un Govern que sólo prohíbe, parece que es lo que más le gusta», comentó. Donde el PP ve prohibición, el Govern ve regulación. Ese es el término que utilizan desde la Conselleria de Presidència para referirse a los proyectos legislativos que se han tramitado o están en fase de tramitación.

Son dos ejemplos, pero hay otros. El más evidente, y que ha sido recurrido al Tribunal Constitucional, es el proyecto de ley que regula las corridas de toros en Balears. «Regular» las corridas de toros fue la alternativa a su propuesta inicial de prohibirlas directamente y que fue descartada después de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre una decisión similar en Catalunya.

Miquel Jerez (PP) ve una «prohibición encubierta» en la llamada ‘ley de toros a la balear'. La norma, una ley de protección animal, prohibe igualmente el tiro al pichón. Si no llegó a prohibir el Correbou de Fornalutx fue por las resistencias internas del PSIB.

El proyecto de Ley de Residuos es otra de las leyes que incluyen medidas prohibicionistas: platos, vasos y cubiertos de un sólo uso por ejemplo. Según Medi Ambient, lo único que hace el Govern es adaptarse a directivas europeas y a lo que es normal en otros países.

Desde el inicio de la legislatura hay un debate abierto sobre hasta dónde puede resistir una comunidad como Balears. «Hay que poner límites», aseguraba el anterior conseller de Turisme, Biel Barceló, y repite la actual, Bel Busquets. De ahí la ley que regula el alquiler turístico y que deja en manos de los consells insulars las zonas en la que se podrá alquilar y las que no.

Esta misma semana, el Ejecutivo ha anunciado que limitará, por ley, la circulación de vehículos en Formentera.

La limitación no se aplicará en Mallorca.