Los alimentos se tienen que manipular con seguridad. | Redacción Local

TW
15

Los inspectores el Servei de Seguretat Alimentària de la Direcció General de Salut Pública i Participació cerraron el año pasado hasta 24 establecimientos, diez menos que en 2016 (34 locales) por incumplir las medidas de seguridad en la cadena alimentaria.

La Conselleria de Salut llevó a cabo en 2017 un total de 8.455 controles (4.886 en comedores colectivos y el resto, 2.544, en establecimientos), 255 (3,10 %) más que el año anterior. Así lo explica la directora general de Salut Pública i Participació, Maria Ramos, reconociendo sin embargo que han bajado los expedientes sancionadores abiertos por falta de medidas se seguridad en la cadena alimentaria. En 2017 se incoaron 254 expedientes frente a los 280 de 2016.

Los incumplimientos más habituales son en la manipulación de alimentos y en la falta de higiene de quienes trabajan con comida, pero también se han detectado deficiencias estructurales en instalaciones con equipos o maquinaria poco adecuada o insuficiente. Otro incumpliendo que es bastante habitual, según indica la directora general, es la falta de información suministrada a los consumidores, por ejemplo, la falta de datos sobre los alérgenos en la etiqueta de los productos puestos a la venta o etiquetas con información que puede resultar engañosa o poco clara.

Los problemas más graves se detectan en el sector de la restauración (bares, cafeterías y restaurantes), aunque la vigilancia es extrema en los comedores escolares y en los hospitales.