Juanma Velasco, Cristina Brotons y Pedro Brotons en Can Martí, un café que sienten como su casa. | Jaume Morey
Martí Capó y Margalida Roig abrieron Can Martí en el año 1940; antes había una bodega llamada ‘Es Vinet'. Desde sus orígenes quisieron que la cafetería fuese como un hogar para sus clientes, por eso Martí decidió ponerle su propio nombre y llamarlo Can Martí. En 1968 se hicieron cargo del negocio su hija Francisca Capó y su marido Toni Brotons en colaboración con Pedro Brotons y su esposa Antònia Martínez. Ahora, la propietaria del negocio es la hija de estos últimos, Cristina Brotons. «Yo he nacido aquí y llevo 18 años trabajando en Can Martí. Durante un tiempo estuve trabajando en una guardería, pero lo dejé porque aquí estoy como en casa», confiesa .Pese al paso de los años y los cambios, Can Martí sigue siendo uno de los establecimientos más populares de Palma. «El secreto del éxito es seguir haciendo lo mismo de siempre, dar un trato familiar y ofrecer una comida casera».
2 comentarios
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¿Y esos bocatas de calamar los viernes? bufffff geniales. The best of.
Que recuerdos tan maravillosos, cuando trabaje en Calzados Palacio, ivamos a Can Marti, siempre lleno de gente, y con un ambiente alegre, sus propietarios han sido siempre unos profesionales, y en la actualidad encontrar un negocio familiar y emblematico es una utopia.