Una amplia representación de la familia Ladaria, acompañada de un grupo de fieles mallorquines en la plaza de San Pedro. | Josep Pons Fraga

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Pocas hora después de haber sido creado cardenal por el papa Francisco, el jesuita y teólogo mallorquín Luis F. Ladaria Ferrer (Manacor, 1944) concelebró su primera misa como purpurado con el Santo Padre.

Tuvo lugar en la plaza de San Pedro, con motivo de la festividad de San Pedro y San Pablo. Una Eucaristía que congrego a miles de personas y que incluyo la bendición y entrega del palio a los 29 arzobispos metropolitanos creados durante el pasado curso.

Numerosos miembros del colegio cardenalicio, obispos y sacerdotes también concelebraron esta misa. Entre ellos, el obispo de Mallorca, Sebastia Taltavull; y los presbíteros mallorquines Andreu Genovart, rector de Els Dolors de Manacor; Bartomeu Villalonga, rector del Seminario de Mallorca; Mariano Gastalver, rector de Sóller; y Manuel Redondo, parroco castrense. También asistió una amplia representación de las religiosas de la Pureza de Palma, encabezadas por la superiora general, Emilia González.

Luis Ladaria se convirtio este jueves tarde en príncipe de la Iglesia al ser creado cardenal por el papa Francisco en la basílica de San Pedro en el transcurso del consistorio publico de San Pedro y San Pablo.

Luis F. Ladaria Ferrer es el quinto mallorquín que accede en la historia de la Iglesia al exclusivo colegio cardenalicio, encargado de nombrar al siguiente pontífice en un próximo cónclave, justo un año después de haber sido nombrado prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la de mayor relevancia al marcar la linea doctrinal y teológica del catolicismo.

Tras recibir el birrete, el anillo y el titulo de su nueva dignidad, el papa Francisco asigno a Ladaria a la orden de los diáconos ?que reconoce las aportaciones de relevantes teólogos- y puso bajo su responsabilidad la iglesia de San Ignacio de Loyola, en Campo Marcio (Roma), lo que constituye un doble guiño para el nuevo purpurado mallorquín por su condición de jesuita, y por tanto hijo de San Ignacio; y porque en este templo esta enterrado San Roberto Belarmino, fundador de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma en la que durante años ejerció el nuevo purpurado como profesor de Teología y vicerrector.

Seguir el ejemplo de Jesús

El papa Francisco llamó este viernes a su iglesia y a los nuevos cardenales a seguir el ejemplo de Jesús y acudir «a todos los rincones de la vida» para «tocar» el sufrimiento de la gente, durante la misa en honor a San Pedro y San Pablo.

El pontífice, durante su homilía en la plaza de San Pedro, indicó que el «amor» de Cristo «supone ir a todos los rincones de la vida para alcanzar a todos», aunque, como en su caso, «eso le costase el buen nombre, las comodidades, la posición o el martirio».

En este sentido realizó un llamamiento a su Iglesia para que no caiga en «la tentación» de mantenerse aséptica y alejada del dolor de las personas del mundo.

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«No son pocas las veces que sentimos la tentación de ser cristianos manteniendo una prudente distancia de las llagas del Señor. Jesús toca la miseria humana, invitándonos a estar con él y a tocar la carne sufridora de los demás», recordó el papa.

Recordó ante los prelados y cardenales que «Jesús el Ungido, que de poblado en poblado camina con el único deseo de salvar y levantar lo que se creía perdido, unge al muerto, al enfermo, las heridas, al penitente, la esperanza».

«En esa unción, cada pecador, perdedor, enfermo, pagano, allí donde se encontraba, pudo sentirse miembro amado de la familia de Dios. Con sus gestos, Jesús les decía de modo personal: tú me perteneces», catequizó.

Antes de la misa en la plaza, el papa y los representantes del patriarcado accedieron a la basílica para rezar ante la tumba de San Pedro y después salieron en procesión, no sin antes visitar la escultura en bronce del Apóstol, vestida con la capa y la tiara papal para reseñar la unión entre el santo y el obispo de Roma.

En esta solemne ceremonia de San Pedro y San Pablo, copatronos de Roma, Francisco también bendijo los palios, unas estolas de lana que serán impuestas en sus respectivas sedes a los nuevos arzobispos metropolitanos.

Delegación mallorquina

Una delegación de la diócesis de Mallorca, encabezada por el obispo Sebastià Taltavull y acompañado por vicario episcopal Marià Gastalver, ha asistido al evento, en el que también han participado la consellera de Hacienda del Govern balear, Catalina Cladera; Kika Coll, directora insular de Patrimonio del Consell de Mallorca, una amplia representación de la familia Ladaria y un grupo de fieles mallorquines. Acompaña al obispo Taltavull el vicario episcopal Marià Gastalver.

En la imagen superior: Manuel Redondo, párroco castrense; Andreu Genovart, rector de Els Dolors Manacor; Marià Gastalver, rector Sóller y Bartomeu Villalonga, rector del Seminario Mallorca.

Religiosas de La Pureza de María la mañana de este viernes en la plaza San Pedro de Roma para la primera misa de los nuevos cardenales.

El obispo Sebastià Taltavull conversa con la consellera de Hisenda y Administracións Públiques del Govern balear Catalina Cladera.