Imágenes de la carretera de Esporles a su paso por Establiments. | Ana Largo / Sergio Pérez

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Tramos en los que es inevitable caminar sobre el asfalto, paradas de autobús sobre cunetas, coches circulando a velocidad superior a la permitida, cubos de basura a los que hay que acceder directamente sobre la carretera, jugándose la vida… La situación de la carretera de Esporles, a su paso por Establiments, resulta imposible para la circulación de peatones. Los vecinos están cansados de la situación, llevan años reivindicando mejoras y han hecho una propuesta para mejorar el vial al ayuntamiento y, tras el reciente atropello de una cartera, vuelven a exigir una solución: «Es muy peligroso, das un paso y estás metido en la carretera».

Algunos vecinos que viven a pie de la carretera cuentan el riesgo que asumen cada vez que salen de casa para ir al centro de la salud, a la farmacia o a comprar: «Es más seguro salir a tirar la basura en coche que ir hasta los cubos caminando», cuenta una vecina que vive en una de las plantas bajas. «Tenemos que ir siempre con mucho cuidado porque hay trozos que no hay ni un metro» y señala la parada del autobús, donde a penas hay medio metro de espacio para aguardar el bus con seguridad.

En el centro de salud, un empleado comparte que el día del atropello a la cartera no es el primer accidente que viven. Miquel Massot, otro vecino, lamenta: «Yo conocía a dos personas que fueron atropelladas y murieron. Es una carretera muy peligrosa, pero los coches también bajan a ochenta por hora, cuando la limitación es a cincuenta».

El tema del atropello a la cartera es de conocimiento de todos. En uno de los bares, un joven recuerda que «toda la vida he conocido la reivindicación de poner aceras, pero no le veo solución. Las casas están muy encima de la carretera».

Propuesta vecinal

La asociación de vecinos presentó al ayuntamiento una propuesta para el desarrollo de un proyecto de mejora que permita poner aceras. «Lo presentamos hace un año, y el ayuntamiento aún no ha hecho nada», se queja el presidente de la citada asociación, Jon Kobeaga.

Se trata de un proyecto que supondría una inversión de 80.000 euros y que evitaría sucesos como el recientemente ocurrido. «A fecha de hoy no tenemos noticias, nuestra queja es que queremos aceras, como objetivo final. Pero hoy por hoy tenemos que reclamar que ganamos el presupuesto participativo de 2017 para la redacción del proyecto y no está hecho. Mientras tanto ocurren cosas como la del otro día».

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La asociación de vecinos volverá a llamar a la puerta del Ayuntamiento de Palma para exigir su puesta en marcha. «Mientras tanto el Consell de Mallorca sí ha redactado un proyecto de refuerzo de firme que marca pasos de cebras, una nueva capa a aglomerado y repintar», explica.

Zonas problemáticas

Los vecinos detallan que la zona más peligrosa de esta carretera es la urbana, desde el cruce de la carretera de Puigpunyent hasta la posesión de Son Berga. En este tramo, la circulación de peatones es problemática.

Así lo cuenta también Isabel Massot, que desde más de veinte años tiene un negocio de peluquería. «Tuve durante veinte años la peluquería junto a la carretera. He vivido bastantes sucesos, varios accidentes graves, atropellos y hasta un muerto». Sus clientas debían pasar sí o sí por la carretera para acceder a su negocio y «era pasar pena constantemente».

Así lo comparte también Juan Díaz, otro vecino. «Vas inseguro si tienes que ir a algún sitio o hacer alguna gestión, porque es muy peligrosa y los pasos de peatones están muy distanciados entre ellos».

La cartera atropella este mes en el número 58 de esta carretera había aparcado su moto en una de las pequeña cunetas que hay entre las casas y la vía para dejar un paquete. «El problema de muchas de las plantas bajas es que das un paso y ya estas metido en la carretera».

Para algunos residentes de la zona la resolución al problema pasa por «expropiar terrero de las plantas bajas». Desde la asociación de vecinos, Jon Kobeaga reconoce que en algún caso sí sería necesario. «Es que para conseguir seguridad para los peatones, lo justo sería conseguir una acera de 1,5 metros a uno de los dos lados de la carretera».

Mientras la solución llega, para los vecinos «toda precaución es poca». Y el riesgo demasiado.