Se trata de una de las conclusiones del informe consolidado de las cuentas generales de las entidades locales correspondiente al ejercicio 2016, que la Sindicatura ha entregado esta mañana al Parlament.
En concreto, en 2016 los Ayuntamientos de Baleares gastaron de media 1.083,7 euros por habitante, mientras que destinaron 1.012,8 euros por habitante a servicios a la ciudadanía, de forma que el retorno hacia el ciudadano es negativo.
Siete ayuntamientos devuelven a la ciudadanía más de lo que le reclaman por vía impositiva, lo que según la Sindicatura «puede suponer un problema de sostenibilidad en el futuro según como estas entidades financien el desequilibrio».
Los ayuntamientos con mayor índice de retorno a la ciudadanía son Palma, Esporles, Muro, Formentera y Ferreries, y los que menos, Ariany, Selva, Sant Joan, Sencelles y Sant Antoni de Portmany.
Hay tres ayuntamientos que devuelven a la ciudadanía menos del 50 por ciento de lo que recaudan. Se trata de entidades con poblaciones inferiores a los 5.000 habitantes, por lo que «disponen de menos volumen poblacional para poder economizar el gasto de sus estructuras administrativas, que no suponen ningún servicio directo hacia su ciudadanía».
Según recoge el informe, el conjunto de las entidades locales de las Islas gastan de media 1.288,3 euros por habitante. Los que más invierten de media por habitante son los ayuntamientos de Mallorca, con un gasto significativamente superior al de los de Menorca e Ibiza.
LOS AYUNTAMIENTOS DE IBIZA TIENEN LA PRESIÓN FISCAL MÁS ALTA
El 67,4 por ciento de los ingresos de los ayuntamientos es de tipo fiscal. Los ayuntamientos de Ibiza son los que tienen la presión fiscal más alta, con 1.164,6 euros por habitante, si no se tiene en cuenta Formentera (1.522,7 euros) porque también es Consell Insular.
En el caso de los ayuntamientos de Mallorca, la presión fiscal por habitante se sitúa en 1.063,8 euros, y en Menorca alcanza los 1.084,5 euros.
Los ayuntamientos con la presión fiscal más elevada son los de Deià (3.095,4 euros por habitante), Escorca (2.812,4 euros) y Andratx (2.142,8 euros), con una amplia diferencia sobre los que tienen menos presión fiscal, que son Lloret de Vistalegre (543,5), Vilafranca de Bonany (594,9) y Maria de la Salut (613,1). La diferencia entre el ayuntamiento con más presión y el que menos alcanza los 2.551,9 euros.
La prioridad de los ayuntamientos de Baleares, con un 61,3 por ciento de del gasto, son los servicios públicos básicos, es decir, los que son obligatorios.
PALMA, EL AYUNTAMIENTO CON EL MAYOR GASTO POR EMPLEADO PÚBLICO
Por otro lado, el coste medio de personal es de 41.095,7 euros por empleado público en las entidades locales de Baleares. De este modo, los gastos de personal suponen un 36,8 por ciento sobre los ingresos recurrentes de las entidades locales.
Palma es el Ayuntamiento con el mayor coste medio por empleado, 50.413,3 euros -con una ratio de 80,2 habitantes por cada funcionario-. En el extremo contrario se sitúa Vilafranca de Bonany, 20.349 euros -con una ratio de 88,3 habitantes por servidor público-.
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I com es fa sinó per reduir el deute i tornar als bancs tot el deute, como obliga la llei Montoro?