Imagen del muñeco con un cartel de Jorge Campos colgado de una farola.

TW
49

El Grupo de Información de la Policía Nacional revisa imágenes de una de las protestas del 30-D por un posible delito de odio que derivaría de dos muñecos colgados por el cuello de sendas farolas, uno con el nombre del líder de Actúa-Vox, Jorge Campos y otro con el del rey Felipe VI.

Arran, organización juvenil independentista catalana, se atribuyó el mismo día 30 por la noche la acción con el muñeco de Campos en su cuenta de Twitter con un texto alusivo a la condena del rapero Valtonyc: «Señalamos a Jorge Campos como culpable de la represión en contra de la libertad de expresión». La condena de cárcel al rapero por la Audiencia Nacional siguió a una denuncia del dirigente político. En otra publicación con la imagen del mismo muñeco se aludía: «Derrocaremos al fascismo en Mallorca».

Jorge Campos denunció ante la Policía Nacional lo ocurrido por unas posibles amenazas y se investiga la autoría. Según fuentes de las pesquisas los militantes que colocaron los dos muñecos no están fichados por la policía. También se podría responsabilizar de los hechos a los convocantes de la manifestación, en este caso el Bloc d'Unitat Popular (BUP) porque de las imáges se derivaría que permitieron colgar los dos muñecos.

Esta sería la segunda causa abierta en los juzgados de instrucción de Palma por denuncias a Campos. Ya se tramita una por una pancarta colgada junto a la Catedral con un cartel que aludía al representante de Vox en las Islas y al expresidente del Govern José Ramón Bauzá. Ambos están personados como acusación particular y el juzgado llamó a declarar a los jóvenes que fueron identificados por la policía cuando colocaban la pancarta. En 2011, cinco jóvenes fueron condenados por otro incidente en una manifestación cuando Campos era líder del Círculo Balear y sacó una pancarta en la protesta. Tuvieron que abonar una multa mínima de 20 euros por una falta.

El muñeco colgado con el letrero del Rey también fue reivindicado en las redes sociales por parte de Arran. En otras ocasiones también la manifestación del 30-D ha derivado en denuncias, como por la quema de imágenes del Monarca. El último caso fue archivado porque no se pudo aclarar si la imagen era del Rey.

La investigación a los militantes de Arran se produce en paralelo a la identificación por la Policía Local de dos ultras del Mallorca por los incidentes que se produjeron dos días antes de la manifestación cuando un grupo irrumpió en un concierto con gritos españolistas.