La historia del polvorín se remonta a 1905, cuando el Ministerio de la Guerra expropió 28.110 metros cuadrados de la zona, propiedad de la familia Despuig González. El objetivo era crear un depósito de explosivos para el Arma de Artillería de Palma. Las obras se iniciaron a principios de 1910 y en octubre de 1911 ya se transportaban y almacenaban explosivos en el lugar. También fue necesario acondicionar el camino de acceso. En 1920 se finalizaron las obras. A finales de los años 60 se instaló una estación telefónica y la conexión a la red eléctrica. En los 70, se ensanchó y asfaltó el camino de acceso para facilitar la circulación de vehículos pesados. Entre 1978 y 1983 se expropiaron otros 130.000 metros cuadrados para conectar el polvorín con la entonces llamada Base General Asensio mediante una pista que fue iniciada, pero nunca concluida. En 1997, el Ejército de Tierra entregó el polvorín al Ejército del Aire, pero sólo un año después fue definitivamente desafectado.
Así se inició un proceso de abandono que sólo se vio momentáneamente alterado cuando el Ministerio de Defensa sacó a subasta el recinto, siendo adquirido por el promotor alemán Matthias Khün por 1,2 millones de euros. Desde entonces no se le ha dado ningún uso.
Khün solicitó un cambio de uso para habilitar un hotel rural, pero, en septiembre de 2017, el Ajuntament de Calvià emitió y remitió al Consell un informe desfavorable al tratarse de un uso prohibido en un Área Natural de Especial Interés. Aun así, el pasado julio, el promotor solicitó al Ajuntament de Calvià la certificación de antigüedad y legalidad de las edificaciones e instalaciones para tramitar una declaración de interés general ante el Consell. Mientras, el Consistorio calvianer está tramitando una revisión del PGOU que prevé la declaración del polvorín como Bien de Interés Cultural. ARCA se ha interesado por el conjunto, solicitando su protección por su valor patrimonial.
5 comentarios
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Que lo transformen en residencia para el Señor Sánchez y señora... y que los dejen vivir de por vida, fuera de la Moncloa.
Otra instalación militar abandonada, como el fortín de Bendinat o del Toro. O la Administración se hace cargo de ellos para el disfrute público o que dejen a la iniciativa privada darle un nuevo uso.
Una expropiación militar NO debería venderse para usos privados, o se devuelven al antiguo propietario o se convierte en zona pública. Ejemplo: Islas de Cabrera
Es decir, que si el ayuntamiento hubiera llegado nada un acuerdo en vez de prohibir directamente, habría un hotel de lujo , empleos e instalaciones en impecable estado de conservación. Qué vagos y qué malos, se ve prefieren el modelo Magaluf ... evitando competencia a los de siempre.
Ahora sí que será un polvorín pero de gente que se quedará a dormir cuando lo reformen y digan edificio patrimonio de la humanidad para que la humanidad lo disfruté Kun ya sabes hotelito rural que ahora podrás jjajj si esq tagomago, media Andratx y sus costas es de este tipejo que hace y deshace lo que quiere