Óscar Chacón habla sobre la normativa para nacionalizar a bebés nacidos en un vientre de alquiler en Ucrania. | M. À. Cañellas

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Rocío es una niña nacida fruto de una maternidad subrogada en Ucrania. Ya tiene dos meses pero todavía carece de nacionalidad por estar en un limbo burocrático. La normativa que regula las adopciones en España se modificó tras su nacimiento y si antes bastaba tener una prueba de ADN para nacionalizar al bebé, ahora es necesario una sentencia judicial. Sus padres Óscar Chacón y Nathalie Maat ven pasar el tiempo sin ninguna opción. Están desesperados.

¿Su mujer sigue en Ucrania?
—Sigue en Kiev. Rocío nació el día 5 de marzo y Nathalie llegó el 6, ya veremos cuánto nos queda.

¿Hay alguna institución que les haya ofrecido ayuda?
—La respuesta es no. El consulado hace su trabajo, tiene unas instrucciones que cumplir y ahora mismo el camino que les han dado es éste. Cuando presentas la solicitud de inscripción no te la rechazan, sino que te la suspenden en base a la instrucción que se publicó en el BOE en febrero.

¿En qué consistía?
—Hubo negociaciones durante un año para dar una salida a las personas que han pedido la maternidad subrogada fuera de España donde sí es legal, porque no se pretende en ningún momento que se legalice aquí. Se llega a un acuerdo para que a través de una prueba de ADN se demuestre quién es el padre y que la gestante no tiene ningún vínculo con el bebé para poder inscribirlo. Se propuso, pero no se publicó en el BOE porque la ministra de Justicia , Dolores Delgado, sacó una instrucción diferente a lo negociado, con la que a partir de ese momento se exigía una sentencia judicial. Se dio una moratoria para los nacidos hasta el día de la publicación, pero los nacidos después se quedaron fuera. No se pensó en las familias con un gestante, ¿qué hará con ellos? No entro a valorar la instrucción, la realidad es ésta.

¿Han iniciado el trámite del juicio?
—Hemos iniciado el trámite del juicio, pero nos han dicho que esto puede tardar un año o quedarse en nada. Esto es un trámite administrativo que en este país no existe porque la maternidad subrogada está regulada. La otra opción es sacar un pasaporte ucraniano al bebé.

¿Qué opinan las administraciones ucranianas de todo esto?
—Hace unos días salió un reportaje en la televisión ucraniana donde hasta el defensor del pueblo dice que no tiene sentido dar un pasaporte ucraniano a unos niños españoles y que por qué el Gobierno Español les pasa esa pelota y se salta los derechos humanos de los niños que se quedan sin cobertura. Parece que hemos matado a Kennedy y nos culpan sin ningún juicio.

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¿Intentan sacar el pasaporte?
—Según la legislación ucraniana, antes necesitas la ciudadanía, cuyo plazo son tres meses y el trámite tarda un mes más. Hay gente que hace más de dos meses que lo ha pedido.

¿Han pensado en unirse como asociación ?
—Existen varias. Hay una que se llama ‘Son nuestros hijos' que fue la que negoció el acuerdo con la dirección general de Registros. Los que estamos en Ucrania nos manifestamos delante de la embajada cuando podemos, pero hay que ponerse en la situación. El consulado es la casa de la embajadora, no la casa de España. Eres un número y si vas con estos temas, recibes un trato denigrante. Eres un apestado. Sólo puedes entrar con cita previa para entregar los papeles. A todas las preguntas que formulas la respuesta es: ponga un recurso.

¿Cuál es el futuro?
—Nos agarramos al pasaporte porque la vía judicial la puedes pedir, pero el cónsul ha dicho que no aceptará la sentencia. Esperar a conseguir el pasaporte o ¿me pongo a llorar? No queda nada más.

¿Qué desgaste ha supuesto para su familia?
—Yo tengo que ir y venir constantemente por trabajo. No sólo es un tema económico, sacrificas muchas cosas. Empecé en esto en 2015, no llevo un año por mucho que el Gobierno recomendara en 2016 que no se hiciera -saca un paquete de tabaco y lo señala-. Aquí también pone que no es recomendable fumar, pero lo venden en los estancos y, si tienes un cáncer, el Estado te da un tratamiento sanitario.

¿Cómo llegó a la maternidad subrogada?
—Llegas a esto porque tu mujer en 2005 tiene un cáncer y 2 años después tiene una recaída, y 5 años después, otra y el tema de tener hijos por la vía natural es imposible. Han pasado 14 años, llevamos cinco años limpios. Adoptar no puedo porque tengo 47 años y piden un certificado médico de la madre. Luego dicen que ser padre no es un derecho, pero yo opino que sí y ésta es la única vía que conozco. Dicen que nos aprovechamos de la mujer. Es complejo y tiene muchas aristas, claro que sí, pero no hemos obligado a nadie. Ninguna de las gestantes que hemos conocido lo está.

¿Qué relación tienen con la suya?
—Irina es nuestra gestante y se ha ofrecido a venir a España. Llama a Nathalie cada dos días para ofrecer ayuda. Si fuera un tema mercantil, no estaría ocurriendo. Seguimos en contacto y está sorprendida.