Rosario Sánchez entregó las cuentas a Vicenç Thomàs. | Pere Bota

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El Govern gastará el año que viene en pagar a altos cargos y asesores un 16,5 por ciento más de lo que presupuestó para este año, según figura en el proyecto de ley de Presupuestos que la consellera d'Hisenda, Rosario Sánchez, registró este miércoles en el Parlament. La reorganización del Govern tras las elecciones, con la creación de nuevos departamentos y altos cargos y asesores, explican esta espectacular subida.

El Govern gastará el año que viene 14.271.963 euros en los sueldos de los cargos políticos frente a los 12.251.267 que presupuestó para este año, lo que representa esa subida del 16,5 por ciento. El salario de los políticos suma 9,55 millones y el de los asesores, 8,36.

El aumento del gasto no implica una subida del sueldo ya que lo que hacen los Presupuestos es congelar las asignaciones de todo el personal del Govern, funcionarios y políticos, a la espera de que se aprueben los Presupuestos Generales de Estado y determinen qué subida se aplica el año que viene.

En materia de personal, hay otras novedades: se crean dos nuevos complementos para determinados funcionarios. De hecho, uno de ellos ya existe: es el complemento que cobran los médicos que trabajan en Menorca, Ibiza y Formentera por «fidelización» a las Islas. Este complemento ya se cobra, pero la Sindicatura de Comptes alertó en un reciente informe de que este plus no tenía cobertura legal.

El otro complemento que sí se crea es el de «rendimiento de investigador». Lo podrá cobrar el personal investigador laboral al servicio de los institutos de investigación sanitaria siempre que se encuentre en determinadas condiciones.

En clave política, el reparto del Presupuesto por conselleries da una imagen fija de quién dominará la cuentas el año que viene ya que los departamentos gestionados por el PSIB controlarán el 80 por ciento de las cuentas totales, mientras que Més y Podemos tienen que conformarse con el 20 por ciento restante.

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Es especialmente significativo el incremento presupuestario en empresas públicas que controlan las conselleries del PSIB, como es el caso del Ibavi, que sube un 32,5 por ciento o de la Agència de Turisme, controlada por Iago Negueruela, que crece un 29,1 por ciento.

La Conselleria con un mayor presupuesto global será la de Educació, que este año vuelve a superar los 1.000 millones de euros y llega a los 1.033. A continuación se sitúa la de Afers Socials i Esports (217,47 millones) y la que menos dinero tendrá será la de Model Econòmic, Turisme y Treball, que gestionará 45 millones de euros. Sin tener en cuenta las empresas públicas, las conselleries controladas por el PSIB gestionarán 1.504 millones de euros; las de Més, 371 millones y las de Podemos, 99,02.

La consellera d'Hisenda, Rosario Sánchez, presentó este miércoles los Presupuestos junto al president del Parlament, Vicenç Thomàs, y destacó que son unas cuentas prudentes que hacen una apuesta clara por las políticas sociales, a las que se destinan el 70 por ciento del dinero total para el año que viene. Serán un total de 3.091 millones, caso 700 millones más que a principios de la pasada legislatura.

El Govern no ha querido tocar las conselleries ‘sociales' pero no le ha quedado más remedio que ajustar en el apartado de inversiones. Caerán un 7,5 por ciento, lo que supone un descenso de 46 millones con respecto a este año.

Esa bajada se debe a una congelación en las previsiones de ingresos del año que viene, especialmente en los impuestos propios que gestiona el Govern, como es el de transmisiones patrimoniales, el que grava la compraventa de viviendas. No pasa lo mismo con el IVA y el IRPF, cuya previsión de ingresos sube un 6 y un 8,2 por ciento, respectivamente.

El Govern negó que las previsiones de recaudación estén hinchadas y afirmó que ese aumento en los ingresos tributarios responde a que llegarán 800 millones más de las previsiones de liquidación de la financiación. «No nos hemos puesto ni en la peor de las situaciones ni en la mejor de las previsiones», contestó la consellera cuando se le preguntó si las previsiones no estaban hinchadas.