La playa de Muro quedó toda blanca. | XISCO FERNÁNDEZ

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Además de causar graves daños a la cosecha de patata en sa Pobla, la tormenta de granizo caída este miércoles dejó el paisaje del norte de Mallorca teñido de blanco.

Especialmente intensas fueron las precipitaciones en el término municipal de Muro, donde sus largas playas quedaron completamente cubiertas de un pedrisco de considerable calibre. «Del tamaño de una canica», comentaban algunos vecinos de la zona.

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Según datos de la delegación de la Agencia Estatal de Meteorología en Balears, la estación situada en s'Albufera registró, en poco menos de una hora (entre las 12 y las 12.50 horas), una precipitación acumulada de casi 50 milímetros. 47,6 para ser exactos.

Las redes sociales se llenaron este miércoles de fotografías e imágenes con terrazas, calles y paseos de sa Pobla y Muro completamente cubiertos de granizo.

En el resto de la Isla, las zonas donde la lluvia se hizo más presente fue en Lluc, Serra d'Alfabia y Son Torella (Escorca). En la mitad sur de Mallorca, las precipitaciones no pasaron de anecdóticas.