Los almacenes tienen material de antes del estado de alarma aún pendiente de repartir. | M. À. Cañellas

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El transporte de mercancías de Baleares, pese a ser un servicio esencial, ha visto como su actividad ha descendido en picado desde la declaración del estado de alarma. Durante el confinamiento el volumen de mercancías que llega a las Islas desde la Península ha caído entre en un 60 y 70 % respecto a las mismas fechas del año pasado, una de las puntas de actividad para el sector, puesto que todos los negocios baleares se preparaban para el inicio de la temporada turística. Así lo indicó el presidente de la Asociación de Transportistas de Mercancías de Balears, integrada a la FEBT, Ezequiel Horrach.

Su tarea no ha sido fácil durante este mes y medio y hay más pérdidas que ganancias. Los camiones no se llenan, por lo que en muchas ocasiones el reparto no es rentable. Sin embargo, el sector es consciente de su importancia y desde el primer momento han mantenido su compromiso para garantizar el suministro a los ciudadanos de las Islas.

Camiones parados

De los más de 3.000 camiones de mercancías operativos en las Islas, más de la mitad están parados, lo que ha tenido un efecto directo en el empleo. En este sentido, Horrach agradeció la labor de los consellers Marc Pons y Iago Negueruela para que el sector pudiera acogerse a los ERTE, posibilidad que en un principio no estaba prevista para el transporte de mercancías. «A cambio, nos comprometimos a garantizar el suministro a Balears», dijo el presidente de la patronal, quien indicó que el 90 % de las empresas del sector se han acogido a este procedimiento. Sin embargo, muchos trabajadores son autónomos que tienen su propio camión, que en es momentos «no tienen ingresos, pero sí gastos». «Algunos están pagando las letras del camión, pues después de años buenos y con las previsiones para este antes de esta crisis lo habían cambiado. Ahora no tienen trabajo», advirtió Horrach.

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Asimismo su trabajo desde el pasado 15 de marzo no ha sido fácil. Al margen de las pérdidas económicas, sus dinámicas han cambiado. Uno de los problemas con que se encuentran es que los puestos de carga y descarga, sobre todo en Palma, están ocupados por otros vehículos. Pese a haber reclamado ante el Ajuntament, no han recibido ninguna respuesta favorable. Otro problema es que han sufrido las retenciones en las autopistas debido a los controles policiales. En ocasiones, no han llegado a tiempo para poder embarcar.

La patronal reclama test

Los transportistas y repartidores que están en activo están tomado las medidas de seguridad, aunque la patronal considera que sería positivo que se realizaran tests a repartidores y transportistas.

Durante el confinamiento, se ha incrementado sobre todo, la demanda online de alimentación, pero ya perciben una retracción del consumo no esencial.