Juan Miguel Salas, propietario de Las Palmeras.

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Juan Miguel Salas, propietario de Las Palmeras, ubicado en la calle de la Cerveza de la Platja de Palma, se mostraba ayer sorprendido por la decisión del cierre total de calles por parte del Govern. «¿Por qué nos cierran? Que nos digan que hemos hecho mal», se lamentaba, al tiempo que indicaba que no tenían ninguna multa ni ninguna acta policial. Se mostró partidario de acatar las normas, como no utilizar pajitas largas, no instalar mesas altas y reducir el aforo, pero reivindicó su «derecho a poder trabajar y tener actividad».

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Explicó que el pasado viernes por la noche sí que hubo aglomeración de gente, lo que el sábado se controló, pues se tomaron medidas. Sin embargo, su control solo se puede limitar al interior del local. «Queremos hacer las cosas bien», insistió, pero señaló que los empresarios de los locales no pueden actuar en la calle, «donde se producen aglomeraciones». Salas se mostró ayer sorprendido e «indignado», así como preocupado por los empleados que volverán al ERTE y los proveedores afectados.