La presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera. | Redacción Local

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La presidenta del Consell, Catalina Cladera, sacó este miércoles pecho por la acción de gobierno que su ejecutivo ha realizado desde que está al frente de la institución y pidió dinero para «activar la economía lo antes posible». El pleno del Consell se reunió ayer para celebrar el primer debate de política general desde que Cladera es presidenta. El pleno acabará hoy con las intervenciones de la oposición y la réplica posterior de la presidenta.

Cladera no reclamó aportaciones extraordinarias de dinero de otras instituciones al Consell, sino que el Govern le abone las denominadas ‘bestretes' (una deuda histórica de la CAIB con los consells) y que se hagan cambios en la normativa para poder gastar el superávit de años anteriores y para poder aumentar la capacidad de gasto y de endeudamiento.

Sobre la ‘ley Montoro'

La normativa que limita la capacidad de gasto, así como el uso de los superávits, es la ‘ley Montoro', que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy y que el de Pedro Sánchez mantiene, en buena parte. Respecto a ese punto, la presidenta lamentó que el Congreso tumbara el jueves el Real Decreto que permitía gastar parte de este dinero y celebró que el Gobierno hubiera anunciado nuevas medidas para, en parte, rehabilitarlo. No obstante, lo calificó de «insuficiente» y apostó por «liberar los remanentes totales» y relajar «todas las reglas fiscales» mientras persista la crisis de la pandemia.

Aun dentro de la parte del discurso sobre financiación, Cladera señaló que está trabajando con el Govern para que Mallorca pueda acceder a parte de los 140.000 millones del fondo de la Unión Europea para afrontar la crisis.

Respecto a la gestión del Consell, destacó que en los 15 meses que lleva como presidenta ha activado 101 de los 133 compromisos que contienen los Acords de Raixa (el pacto entre los partidos de izquierda que dio lugar a su investidura). Asimismo, añadió que prevén haber cumplido una cuarta parte de los compromisos antes de que acabe el año.

Buena parte del discurso se centró en las políticas del Consell para afrontar la crisis económica y social asociada a la pandemia. Destacó el escaso número de positivos detectados en las residencias gestionadas por el Consell, repasó las ayudas para el ocio juvenil, para los autónomos y las empresas, las campañas de promoción turística de Mallorca...

También habló del escándalo de los menores tutelados y víctimas de explotación sexual. Pidió que se ponga el foco en los agresores, recordó que el Consell ha incrementado el presupuesto para ellos e hizo dos anuncios: que en octubre se pondrá en marcha el centro residencias para jóvenes víctimas de explotación sexual y que a finales de este mes se hará público el informe elaborado por la comisión de expertos.

Anunció que el Consell impulsará tres leyes esta legislatura: la de personas mayores, la del paisaje y la de la Serra de Tramuntana. Cuanto a movilidad, anunció que la estación de ITV móvil de Calvià empezará a operar dentro de dos meses y reafirmó que no se harán grandes carreteras sino que se adecuará la red secundaria con la «mínima intervención».

A la espera de que la oposición responda en el pleno de este jueves formalmente a la intervención de la presidenta, los portavoces del PP, Cs, el PI y Vox hicieron ayer una primera valoración. Llorenç Galmés, del PP, acusó a Cladera de hacer un discurso «mediático», «querer ocultar la realidad» y de «estar acomodada y no defender los intereses de Mallorca». Beatriz Camiña, de Cs, echó en falta «más concreción» y señaló que no había hablado de patrimonio ni de cambio climático. La portavoz del PI, Xisca Mora, la acusó de «falta de liderazgo» y se confesó «perpleja» porque Cladera había defendido la gestión de los remanentes por parte del Gobierno. Pedro Bestard, de Vox, criticó que el discurso pretendía «ocultar los patinazos de su gestión».

Un problema con la conexión retrasa una hora el discurso

El pleno del debate de política general se había convocado a las 11 de la mañana. Comenzó a la hora prevista, pero a los pocos minutos se tuvo que suspender a raíz de un problema con la conexión de internet.

Esta conexión era imprescindible para el corrrecto desarrollo de la sesión, puesto que desde el estado de alarma los plenos son semipresenciales: buena parte de los electos participan telemáticamente. No es la primera vez que hay problemas de comunicación en los plenos. El PI y Cs lo criticaron.