De acuerdo con los datos del Institut Balear d'Estadística, el tercer trimestre de este año finalizó con 297.381 personas afiliadas con contrato indefindo. Un año antes eran 307.560. La variación es mínima si se compara con los afiliados con contrato temporal: 85.302 este año frente a los 137.570 del ejercicio anterior.
Las cifras demuestran, tal y como ha señalado el conseller Iago Negueruela en repetidas ocasiones, que los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) han funcionado. Balears ha sido una de las comunidades más beneficiadas por esta medida. Prácticamente desde el inicio de la pandemia es la que tiene a un mayor porcentaje de trabajadores suspendidos de empleo.
La fuerte dependencia turística del modelo económico balear conlleva que un elevado número de trabajadores dispongan solo de contrato durante la temporada. Con una actividad en mínimos, este años son miles los que se han quedado sin empleo. Una muestra de cómo funciona el mercado laboral balear: En mayo de este año se firmaron solo 8.999 contratos temporales, un 84 % menos que los 66.388 registrados en mayo de 2019.
El hecho de que el inicio de la pandemia coincidiera prácticamente con el comienzo de la temporada turística balear ha constatado la vulnerabilidad de las Islas y ha dejado en el aire las debilidades de su modelo económico. No son pocas las voces que han vuelto a reclamar un cambio de modelo efectivo que no pase por una dependencia casi absoluta del turismo.
Llegue o no este cambio, que en ningún caso sería a corto plazo dada su inviabilidad, la fotografía actual es que a día de hoy cerca de 82.000 personas están en paro, más de 30.000 en ERTE, y muchas empresas y autónomos con el agua al cuello. La temporada de 2021 está llena de incertezas y muchos empresarios se verán obligados a cerrar antes. Entorno al 30 % de restaurantes y comercios ya han bajado la barrera y los letreros de ‘se traspasa' proliferan día a día.
Por el momento, los ERTE y las prestaciones extraordinarias a 85.000 trabajadores fijos discontinuos garantizan cierta tranquilidad en materia laboral hasta el 31 de enero. A partir de febrero es una incógnita qué ocurrirá en este aspecto pese al reclamo balear de que se mantengan los ERTE. La decisión final es del Gobierno central.
Mientras tanto, sindicatos y patronales coinciden en que lo pero está por venir. Precisamente la doctora en Derecho y profesora titular de Mercatil de la UIB, Petra Thomàs, ya avanzó en un artículo de El Económico del pasado 31 de octubre que al finalizar los ERTE se espera una avalancha de concursos de acreedores.
7 comentarios
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Este señor no se de tanto autobombo ya que el pasado 10 julio presentaba una ayuda a pymes y autonomos de 15 mm €. Repartiendo entre 2000 y 3000€. Estamos en noviembre y prácticamente han percibido la ayuda un 10-15 % . Los últimos lo cobrarán en una próxima crisis, ya habiendo cerrado el negocio.
El desastre en el empleo esta al caer, esta el sistema cogido con los alfileres del ERTE, pero en cuanto se acabe habra quiebras, concurso de acreedores , ERES, etc... y los que queden fijos nose, porque se avecina una temporada muy mala, ya veremos,
Serán los funcionarios, porque todos los de la privada a bailar sobre fuego
La mayoría FUNCIONARIOS se supone....
Claro, porque cuesta una pasta despedirlos, pero entonces caerá y quebrará la empresa entera, con tooodos los trabajadores.
Se mantenían al no poderse despedir por ley. Espere este 4o. Trimestre que habrá otras cifras.
Claro que resiste el indefinido.. No queda otra.. Los empresarios estamos tan ahogados que no estás como para pagar un despido de alguien que lleva 3 o 4 años trabajando... Porque te cuesta una pasta.