La presidenta de la Associació Balear de l’Empresa Familiar, Esther Vidal. | ARCHIVO

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La presidenta de la Associació Balear de l’Empresa Familiar, Esther Vidal, pide a las instituciones que trabajen con «tres objetivos inmediatos para Baleares: la inmunidad de rebaño, ayudas fiscales y planes de recuperación económica».

Vidal reclama un entorno de unidad sin fisuras entre las empresas, los trabajadores y las instituciones públicas del Archipiélago.

La citada asociación recuerda que «el reciente informe publicado por KPMG sobre la situación económica actual y las expectativas empresariales pone de manifiesto el profundo malestar y la intranquilidad de los empresarios baleares, cuyos negocios –en su mayoría relacionados con la cadena de valor turístico –se han visto gravemente afectados por el impacto de la pandemia».

Así, el 94 % de los encuestados valora la actual coyuntura económica como «mala» o
«muy mala» y, pese a que Baleares fue la Comunidad en la que más se desplomó el PIB en 2020, el estudio también recoge que tres de cada cuatro empresas confían en que lograrán sortear la crisis si aplican medidas y el 54 % creen que podrían incrementar su facturación en 2021.

Vidal precisa que esto será posible «si somos capaces de poner en marcha la temporada turística, aunque sea tibiamente, que permita inyectar optimismo en nuestra economía, que incentive el consumo y frene la caída de la demanda».

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A su modo de ver, «las instituciones deben trabajar con tres objetivos inmediatos para Baleares: la inmunidad de rebaño, ayudas fiscales accesibles y planes concretos para el sostenimiento de las empresas Baleares, y posteriormente, planes de reactivación y recuperación económica de un tejido productivo herido de muerte».

Sostiene que «aunque los ERTE y los avales ICO han sido una buena ayuda hasta la fecha, necesitamos más ayudas directas, una disminución de la presión fiscal que asegure la continuidad de los negocios y empleos, la demandada e imprescindible simplificación administrativa y finalmente, pero no menos importante, incrementar la eficiencia y adelgazamiento de la administración pública».

La presidenta de la Associació Balear de l’Empresa Familiar asegura que el ritmo de la recuperación vendrá marcado por «el devenir de los próximos meses. Aunque tengamos que aprender a convivir con la COVID-19, será determinante la respuesta política, que debería estar a la altura del gran sacrificio que estamos haciendo empresas y trabajadores».

En su opinión, «resulta sorpresivo y realmente decepcionante que dicho estudio constate que tres de cada cuatro compañías del Archipiélago encuestadas para el informe afirmen que la situación política de 2020 ha tenido un impacto negativo sobre su negocio lo que explicaría la insuficiencia y el desacierto en las medidas tomadas hasta la fecha, unido a mensajes poco claros y en ocasiones contradictorios que mantienen al tejido empresarial, trabajadores y sociedad en general en la incertidumbre más absoluta».

Vidal apela a «la cohesión política y a un cambio en la mentalidad para alejarnos de una sociedad en la que empresas y gobernantes naveguen con propósitos diferentes e ir hacia un modelo más cooperativo y alineado, donde empresas, gobiernos y sociedad civil trabajen de la mano, cada uno aportando su actividad intrínseca con un objetivo común, el de crear más valor y prosperidad, ayudando a equilibrar los intereses y el bienestar de las
personas y el planeta».