El proyecto lleva por título 'Paleoformentera. Historia del paisaje y gestión de los recursos vegetales por parte de los primeros pobladores de Formentera', está financiado con la Beca de Investigación 2020 del Consejo Insular de Formentera (Islas Baleares) y cuenta con una ayuda económica de la empresa Trasmapi.
Está coordinado por Pau Sureda, investigador posdoctoral en el Instituto de Ciencias del Patrimonio (INCIPIT-CSIC), y Jordi Revelles, investigador posdoctoral en el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) y en la Universidad Rovira i Virgili (URV).
Según ha informado el IPHES, los trabajos para sacar los sedimentos han sido las primeras actuaciones de este tipo en las Pitiusas y se han llevado a cabo con la colaboración de un equipo de geólogos del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC) y del Centro de Investigaciones Energéticas, medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT).
En los próximos meses los investigadores procesarán las muestras obtenidas y las estudiarán para reconstruir la historia de la vegetación, los incendios y las fluctuaciones climáticas durante los últimos milenios.
Según los científicos, toda esta información resultará clave para comprender las dinámicas naturales y la relación de las poblaciones prehistóricas con el medio insular.
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Seguro que también encontrarán restos de republicanos, no tan milenarios, ya que el capitán Alberto Bayo al mando de los milicianos catalanes y guardia civiles liderados por Manuel Uribarry llegaron a Formentera el 7 de agosto de 1936, donde no encontraron ningún tipo de oposición pero tampoco les impidió acabar con las vidas del falangista Bartomeu Torres, el sargento retirado Lucas Ramón y el sacerdote de la Mola Joan Torres Torres. Según la Enciclopèdia d’Eivissa i Formentera, la represión durante la etapa republicana estuvo motivada por el descontrol de los milicianos y la desorganización de las agrupaciones políticas y sindicales. Enseguida empezaron las detenciones de aquellas personas que se creía habían colaborado con el golpe, entre ellos Abel Matutes Torres, que fue apresado el 10 de agosto. Tras el fracaso de los republicanos en su intento por ‘recuperar’ la isla de Mallorca, el poder en las Pitiüses recayó en manos de la columna anarquista Cultura y Acción, compuesta por unos 500 milicianos que llegaron procedentes de Barcelona el 9 y 10 de septiembre. Una lápida que fue instalada en tiempos del obispo Agustín Cortés Soriano (1998-2005) expone «buscar siempre la paz y a rezar por todas las víctimas de la guerra», en sustitución de otra que hacía referencia a que habían sido las ‘hordas marxistas’ las culpables de sus muertes. En opinión de Torres Peters aquella otra placa, que todavía se conserva en el archivo de la Diócesis, «no era ofensiva, pero ya sabemos que la izquierda sabe llevar el agua hacia su molino y hubo un obispo que cedió a las presiones. Fue fruto del lenguaje retórico de la época».
Echo a faltar que se nos recuerde la fecha estimada para la primera población de Formentera.