Los tratamientos de ovodonación en Baleares han aumentado alrededor de un 50 % en los últimos cinco años, según datos del instituto de fertilidad IVI Mallorca. Desde el año 2017 se han llevado a cabo unos 400 tratamientos de este tipo en las Islas. En cifras generales, Javier Marqueta, director del centro especializado en reproducción asistida, apunta a un incremento del trabajo tras la pandemia del coronavirus. «Hemos tenido un repunte de consultas y tratamientos. Las cifras están un 20 % por encima del año 2019», asegura.
La maternidad tardía aumenta un 50 % en 5 años los tratamientos de ovodonación en Baleares
La mayoría de las mujeres que la necesitan superan los 40 años de edad
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8 comentarios
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MaríaNo se pueden traer hijos al mundo porque ahora, antes de cumplir los 40, cada año las parejas se tienen que ir de viaje dos veces al año a destinos lejanos, comprarse un móvil de 1000 euros cada año, cada 4 cambiar el todo terreno, etc. y, cuando quieren tener hijos, "ya se les ha pasado el arroz". Si una mujer quiere trabajar solo a media jornada para cuidarse de la casa y familia porque su marido gana mucho dinero (no es algo frecuente pero si posible) no lo quiere hacer para no perder sus amistades, para evitar que sea tratada por la sociedad como una apestada o considerarda "sumisa al patriarcado". Tengo 54 años y soy de aquella época que cuando el maestro preguntaba en clase "a que se dedica tu madre", el 99% respondía " a sus labores". La gente no tenía tantas comodidades como ahora vivia feliz. Ya vienen de fuera gente muy prolífica, a la que se subvenciona, para compensar la falta de natalidad de los españoles.
Normal, nos proponen estirar la jubilación a los 75 años, pues cuanto más tarde empiece a trabajar y a pringar con los niños más años vividos tendré, porque para el futuro que tenemos casi mejor mirar por uno mismo.
Yo soy mujer con 34 años, altamente cualificada, varios títulos universitarios, y doy fe de que hoy día tener hijos antes de los 30 años es o bien para los insensatos o bien para los acomodados. Tanto es así que yo, pese a que deseo ser madre tanto o más que la mayoría, no se me ocurre traer un hijo al mundo por capricho en estos tiempos que corren de inestabilidad laboral, no-conciliación, salarios irrisorios, horarios esclavistas, y por no hablar de la dificultad para adquirir un piso en esta isla. Me opongo a tener que negarle un buen futuro a mi hijo o tener que ponerle pañales de marca blanca para que yo satisfaga mi deseo más profundo de ser madre. Me lo plantearé en el momento en el que consiga mi plaza de funcionaria. No veo que antes de ese momento sea posible traer hijos al mundo con todas las garantías para ese hijo. Es una cuestión de coherencia con uno mismo, pero me repugna ver como muchas parejas, bien por satisfacer a la familia, bien por descuido, por capricho de uno o de otro traen hijos como churros, como si se fuesen a mantener solos, sin una mínima estabilidad ni una mínima economía saneada y acaban racaneando desde la ropa hasta en los pañales.
Es que para tener hijos hay que pensárselo muy bien. Ya ni el tener estudios garantiza estabilidad laboral con sueldos dignos. Y luego el difícil tema de la conciliación, el coste de la reducción de jornada, los precios desorbitados de las guarderías incluso las públicas, los colegios, las extraescolares...
Ya hay que tener valor para tener un hijo en estos tiempos y sobre todo en esta isla repleta de catalanismo.